EL
RESPETO AL CLIENTE Y LA HOSPITALIDAD DE UN CHOFER DEL TURISMO EN CUBA
Por.
José Antonio Camellón Álvarez
Esta
mañana salía en busca de alguien que por años vivió con mucha dedicación y empeño, en algo que rescata el
turismo cubano, el respeto al cliente.
Por fin
el encuentro, me llevó a conversar con un hombre de los que necesita este
sector y que por miles se multiplican.
Hago
este aparte, para Luis Antonio Correa Ramos, quien dedicó parte de sus 50 años
de edad a trasladar la hospitalidad del cubano, desde su auto, como trabajador
del Turismo.
Te
habría prometido, le recuerdo, contar tus hazañas, hoy la APIL me da la
oportunidad de mencionarte.
De
cuanto sin condiciones entregabas al programa de donaciones al sector de la
salud, en ocasiones mirado con indiferencia por otros que daban menos.
Por tus
reclamos ante cualquier imperfecto estado técnico del automóvil ante la espera
de salir a cualquier punto de Cuba.
Luis
Antonio Correa Ramos paseo a cientos de turistas por toda Cuba y sabía la historia
de los lugares que pasaba, la cultura del lugar y la impresionante actitud de
ser un auténtico cubano.
Alguien
que por sus virtudes, es mencionado por muchos en el sector donde se desempeñó
en una entidad habanera.
Un día
la salida le sorprendió.
Cuenta
“Me costó trabajo, pero en realidad era la unión con mi madre el motivo de
dejar la profesión. “Hoy con el alza del turismo se alistan cientos de
choferes, solo les digo cuiden el trato y la hospitalidad”. “Cuiden la imagen
de Cuba, aprendan a ser cautelosos y paciente” son los mensajes de este
caballero del timón.
La
isla tiene retos impresionantes, me dice
Correa. Serán por miles a trasladar, el país crece, pero mis cubanos crecerán
también.
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