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Subject: Replica de Max Lesnik martes 13 de Dic. 2016 | |
From: | Xamsel <Xamsel@aol.com> |
To: | xamsel <xamsel@aol.com> |
Date: | Tue, Dec 13, 2016 11:50 am |
Cuba a la expectativa
Los nombramientos que está haciendo el Presidente electo de Estados Unidos Donald Trump para los principales cargos en su gabinete ministerial que iniciará sus gestiones de gobierno el próximo 20 de enero, rompen con todas las tradiciones anteriores de Presidente alguno ya sea Republicano o Demócrata. Especialmente en eso de seleccionar a tres Generales en posiciones claves así como la de designar para la Secretaría de Estado a un alto ejecutivo petrolero, Rex Tillerson de la empresa Exxon-Mobil quien goza de una estrecha relación de amistad con el Presidente de Rusia Vladimir Putin algo que se considera anatema para el “Establishment norteamericano” que mantiene a la Rusia ex soviética en la lista de las naciones “enemigas” de los intereses estadounidenses a pesar de que por los predios del Kremlin no haya vestigios de comunismo alguno.
Mientras Donald Trump sigue dando señales de que su futuro gobierno será bien distinto a los anteriores y que llevará adelante sus promesas electorales, rompiendo tanto en lo nacional como en política exterior con el pasado cercano, en el resto del mundo hay un debate sobre si el nuevo mandatario norteamericano logrará imponer su voluntad frente a los obstáculos que tiene que vencer para llevar con éxito sus planes o si a fin de cuentas se rendirá ante la realidad y su presidencia será igual que las anteriores con “más de lo mismo”, como si los comicios los hubiera ganado Hillary Clinton.
Hay inquietud en Estados Unidos y también en el resto del planeta ante la presidencia de Donald Trump. Hay quienes dicen que con tantos militares en el gobierno lo que se ha producido en Estados Unidos es un Golpe de Estado en el que Trump es la fachada y la realidad son los Generales.
Para otros Trump, enfrentado al “Establishment” no llegará muy lejos. O se rinde o lo sacan de la Casa Blanca de a como sea, algo que no sería nuevo en Estados Unidos y ejemplos de ello sobran.
En cuanto a Cuba, es inteligente la política de su gobierno. Esperar que sea el nuevo Presidente Trump el que “mueva ficha”. Si Trump encamina sus pasos a desandar lo que se ha avanzado hasta ahora por el gobierno Demócrata del Presidente Obama, Cuba se atrinchera y resiste.
Si Trump avanza con el “amigo” de Putin en el Departamento de Estado por el sendero de la diplomacia y las soluciones pragmáticas a un diferendo de confrontaciones de más de medio siglo, Cuba soberana no será remisa a la discusión de esas diferencias en un plano de respeto mutuo como hacen las naciones civilizadas.
Cuba debe permanecer a la expectativa. No vamos a poner la carreta delante de los bueyes. Que el problema de Donald Trump es primero para Estados Unidos y para Cuba después.
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