martes, 6 de septiembre de 2016
LAS FUERZAS RETARDATARIAS DE LA SOCIEDAD EN ACCION
LAS FUERZAS RETARDATARIAS DE LA SOCIEDAD EN ACCIÓN…
CRÓNICAS CUBANAS.
Por Félix Sautié Mederos
Todos conocemos y/o percibimos de una forma u otra, con mayor o menor
precisión en concordancia con nuestras sensibilidades específicas, que la
sociedad es un ente vivo. Incluso los que nunca se han planteado analizar
intrínsecamente este concepto, en su quehacer cotidiano chocan con una
realidad social viva y activa que los abarca, dentro de la cual quieran o no
se desenvuelven sus vidas. En consecuencia, puedo decir que todo lo que
está vivo en la naturaleza en su movimiento incluyendo a su eterno retorno,
en lo interno de sí mismo con que existe porque cuando no hay movimiento es
porque ha muerto, se encuentra afectado por factores internos facilitadores
del cambio, que implican y/o facilitan su avance en espiral en contrapunteo
permanente con factores retardatarios que intentan retrasarlo para
revertirlo o detenerlo en definitiva, lo que crea un entorpecimiento perenne
que debe ser enfrentado si se quiere avanzar hacia el desarrollo. Es a esos
factores retardatarios a los que me voy a referir en la presente crónica
porque pienso que es muy importante mantenerlos identificados sin
conformismos ni mucho menos ingenuidades.
Así tenemos que las dialécticas del cambio permanente que han movido el
avance de la humanidad hacia estadios superiores desde sus albores hasta el
presente, son el resultado de un enfrentamiento contrapuesto permanente
entre los factores facilitadores del cambio y los factores retardatarios que
intentan detenerlas en el tiempo. Factores retardatarios que cuando se
logran mantener tal y como nos sucede en la actualidad, pueden llegar al
desgaste definitivo que implica la muerte de la sociedad en cuestión. Eso en
definitiva constituye una verdad implícita de la vida de la sociedad en su
constante movimiento entre lo que la impulsa y lo que la retarda. Esto hay
que saberlo identificar para entender las realidades en que estamos
inmersos.
En este orden de pensamiento, debo decir que he optado en mis últimas
Crónicas Cubanas por plantearme un testimonio a partir de una reflexión
filosófica radical lo más profunda que me es posible, porque considero que
vivimos un momento histórico culminante de un estadio que ya termina, en
el que tenemos en juego a la República. En tales circunstancias quiero
añadir además, que los que están detenidos en el tiempo, se han convertido
en un conjunto de factores retardatarios del cambio que implica el perenne
movimiento de la vida y en especial de la sociedad, cuyos efectos de
conjunto pudieran ser devastadores en el presente y el futuro que tenemos
por delante. Ello sucedería si no tomamos conciencia y actuamos
decididamente, ante las miradas pasivas o escapistas de los que intentan
mantenerse fuera de cualquier implicación porque el hastío y la desesperanza
se han anidado en su ser interior. A tales efectos, nuestra no inacción
podría ser determinante para la ingobernabilidad y el fracaso de la sociedad
en su conjunto.
En mi criterio estamos ante una realidad conceptual, que más allá de
cualquier implicación económica y/o política de la índole de que se trate,
es muy importante tomarla en consideración, a partir de que está
determinando una realidad existencial compleja que por días puede hacerse
insoportable y que requiere verdaderamente de un cambio radical de
mentalidad de todos sin excepción, que comienza como ya he planteado otras
veces por el cambio de cada uno en su individualidad, dirigido a enfrentar
el egoísta “sálvese quien pueda” que día a día se extiende en nuestros
ámbitos sociales contemporáneos.
El factor conciencia posee en todo esto un papel relevante en cualquier
circunstancia de la vida en sociedad y es muy especialmente determinante
cuando aparecen y/o se manifiestan puntos de inflexión como el que estamos
viviendo en la actualidad, ya sea porque se deba a factores interno o
externos e incluso independientes de nuestra voluntad específica.
Muy a pesar de un oficialismo triunfalista y acrítico que constantemente
intenta presentar a Cuba como una excepción extraordinaria al respecto,
tenemos que de conjunto aunque no se quiera ver así, el país se encuentra
inmerso en estos contrapunteos entre los factores facilitadores del
movimiento que producen el cambio y los factores retardatarios de la
sociedad. En este sentido estos factores se materializan en las acciones,
en la voluntad política específicamente en las personas que formamos parte
de la sociedad en cuestión, los que de conjunto requieren de los movimientos
y cambios radicales que faciliten los desarrollos que son imprescindibles en
la sociedad para que la vida no se detenga o no se desvíe del rumbo positivo
que estamos en la obligación de insuflarle.
Lo determinante pues, constituye el cambio de mentalidad incluyendo al
cambio de las personas oficialmente implicadas en la gobernabilidad que no
sean capaces de cambiar para convertirse en factores facilitadores del
movimiento. Me refiero a una necesidad existencial que considero
imprescindible, que es necesario desmitificar del contrapunteo enemigo/amigo
para verlo conceptualmente inscrito en los ámbitos del movimiento que
determina las dialéctica de la vida y de la naturaleza. Es en esas
circunstancias que se requiere perder el miedo a los cambios que son lógicos
y naturales en el desenvolvimiento de la vida en sociedad. Considero que es
imprescindible identificar y tener muy en cuenta estas circunstancias para
actuar en consecuencia y seguir adelante rumbo al futuro.
Así lo pienso y así lo expreso en uso de mi derecho a opinar y proponer, con
mis respetos por el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en
particular. fsmederos@gmail.com
Publicado en el periódico Por Esto!, sección de Opinión, el lunes 5 de
septiembre 2016
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan
<http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=5032
52> &idSeccion=22&idTitulo=503252
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