Epígrafe:
Venezuela
Desarrollo
minero contra guerra económica
Por
Hedelberto López Blanch
Con la
intención de revertir su gran dependencia de la extracción de petróleo (su
principal fuente de divisa que se ha visto afectada en los últimos tiempos por
la baja internacional en los precios del crudo) Caracas ha lanzado un
megaproyecto en el Arco Minero del Orinoco que le permitirá obtener entre 3 000
y 4 000 millones de dólares anuales.
Desde
que el líder bolivariano llegó al poder en 1999, la Revolución ha sufrido numerosos ataques que van desde intentos de golpes de Estado, atentados
contra la producción petrolera, acaparamiento de alimentos y medicinas por
parte de la oligarquía, contrabando de mercancías hacia las fronteras, y violentas
campañas de desinformación por los medios de comunicación controlados por
occidente, que arreciaron después que Nicolás Maduro alcanzó la presidencia en
elecciones generales.
La realidad es que Venezuela se convirtió desde el
triunfo Bolivariano en una verdadera amenaza para los poderes hegemónicos
tradicionales controlados desde Washington pues cuenta con la mayor reserva
petrolera del mundo y tras la nacionalización de esa industria sus ganancias se
destinaron a mejorar las condiciones de vida del pueblo.
Tanto Chávez como Maduro han seguido un patrón de independencia
y solidaridad que son ejemplos a seguir pues a la par que han ayudado a impedir
crisis económicas en naciones latinoamericanas al ofrecerles combustibles a
precios razonables, se han destacado por fortalecer la integración y la unión
en toda la región sin la intromisión del Norte.
El
denominado Arco Minero del Orinoco en el sureste de Venezuela, cuenta con una
extensión de 111
843 kilómetros cuadrados y posee una amplia diversidad
de minerales metálicos y no metálicos.
Entre
los metálicos se hallan, oro, hierro, bauxita, cobre, cromo, carbón, manganeso,
magnesita y níquel, mientras aparecen en los no metálicos, diamante, fosfato,
caliza, feldespato, dolomita, yeso, caolín, grafito y talco.
Los
estimados del Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico, indican que el total
del valor comercial de las reservas minerales en la zona, ubicada en el estado
Bolívar, ascienden a más de dos trillones de dólares.
La
estrategia lanzada por el gobierno de Nicolás Maduro se encamina a diversificar
el desarrollo económico del país, aumentar su Producto Interno Bruto para
continuar los programas sociales, rebajar la dependencia del petróleo y
desbloquear el cerco financiero que le han impuesto los organismos financieros
internacionales a instancias de los
países occidentales encabezados por Washington.
Naciones
amigas como Rusia, Sudáfrica y China han expresado el interés de incorporarse a
los proyectos del Arco Minero del Orinoco, mientras otros que hasta el momento
no han sido tan amistosos como Inglaterra, Canadá, Australia y Estados Unidos
también han manifestado el deseo de invertir en la zona. Ya suman en total más
de 100 empresas de 37 países las que se han acercado al Gobierno Bolivariano en
aras de participar en las futuras explotaciones.
Las
estimaciones (aún faltan la certificación oficial) señalan que las reservas de
oro catapultarían a Venezuela a ser el segundo país del mundo con más oro, solo
superado por las 8 133 toneladas que posee Estados Unidos.
Además del oro, en la zona
hay 33,8 millones de quilates de diamante, 3 644 millones de toneladas de
hierro, y gigantescos yacimientos probados de bauxita, cobre, coltán entre
otros estratégicos minerales.
La puesta en marcha del proyecto, que
ya había sido concebido por Hugo Chávez, como parte del desarrollo estratégico
del país, junto a la
Faja Petrolífera del Orinoco, deberá generar 25 000 empleos
directos y 75 000 indirectos en el Estado Bolívar, pues se concibe como un plan
general de desarrollo del sector industrial nacional. A la vez, ampliará el
control y la presencia estatal en la rica zona minera que anteriormente ha
estado sometida a la explotación ilegal dirigida por bandas violentas.
El ministro de Desarrollo Minero
Ecológico, Roberto Mirabal, explicó que el sistema adoptado será la creación de
empresas mixtas en las que el Estado tendrá el 55 % de las acciones e igual
porcentaje del total de las ganancias. Ya ese programa fue explicado a los
futuros inversionistas en una reunión efectuada con firmas internacionales en
la sede del Banco Central de Venezuela.
Asimismo, Mirabal detalló que el Arco
Minero se ha dividido en cuatro bloques: el primero, denominado “Juana La Avanzadora ”, que posee
coltán, oro, bauxita y diamante; el segundo, “Manuelita Sáez”, con oro y
diamante; el tercero, “Negra Hipólita”, donde prevalecen, hierro, oro,
diamante y bauxita; y el cuarto, “Josefa Camejo”, que contiene básicamente
yacimientos auríferos.
Los especialistas señalan que esta ha
sido una bien calculada movida del Gobierno Bolivariano para, además, frenar
las constantes acciones financieras de las calificadoras internacionales como
Moody´s, Fitch y Standard and Poor´s que han estado constantemente elevando el
hipotético “riesgo” del país para las inversiones, que lo ubican hasta por
debajo de Grecia (que se encuentra en default) y de Siria, completamente
destruida por una guerra impuesta desde el exterior.
Pese a las constantes agresiones, el
gobierno venezolano sigue adelante con sus proyectos económicos-sociales y el Arco Minero se convertirá en una bien pensada
acción para que, pese a las diferencias políticas, los financiamientos y las
inversiones internacionales fluyan con mejores condiciones hacia el país.
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