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Desde: 2016-09-12 Hasta: 2016-01-17
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Presentado no. 50 de Opus Habana
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Como un reconocimiento a la familia Vitier-García Marruz, baluarte de la cultura cubana, este jueves 15 de septiembre fue presentado el número 50 de la revista Opus Habana (Volumen XVI, No. 3) por el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, en el Aula Magna del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana. Asistió a la velada el músico José María Vitier, a quien se dedica la sección «Entre cubanos», y su madre, la gran poeta Fina García Marruz, así como otros destacados intelectuales. ... ampliar en este Semanario |
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«A suerte y verdad» con dos artistas del dibujo
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Fruto de una experiencia artística y pedagógica, que reune al creador Alexander Calcines Makeichik y a su discípulo Christian León Sierra, surge la exposición bipersonal «A suerte y verdad», inaugurada en la tarde de hoy en la galería Carmen Montilla por Carlos Velázquez Fernández, especialista principal del Espacio Barcelona-La Habana. ... ampliar en este Semanario |
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Mongolia y Cuba
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«Me da mucha satisfacción ver tantos cambios positivos en el Centro Histórico de La Habana», señaló Tsakhiagiin Elbegdorj, presidente de Mongolia, hoy viernes 16 de septiembre, en conferencia magistral ofrecida en el Aula Magna del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana. Refirió el gobernante los lazos culturales que durante años han unido a Cuba con el país asiático y las intenciones de desarrollar un mayor intercambio educativo entre ambas naciones. Culminó el encuentro con la firma del presidente en el libro de visitantes ilustres de la institución y por su parte, con la entrega a la universidad de la réplica de un altan gere. Este objeto mongol simboliza la hospitalidad con foráneos que contribuyen al progreso del país. |
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Presentado no. 50 de Opus Habana
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«Hoy es un día muy especial, sobre todo porque está con nosotros Fina (…) Ella es la encarnación viviente de los dos elementos fundamentales que nutren el espíritu de una familia y también de una nación, que son la memoria y la poesía», expresó el Historiador de la Ciudad durante la presentación del número 50 de Opus Habana.
Como un reconocimiento a la familia Vitier-García Marruz, baluarte de la cultura cubana, este jueves 15 de septiembre fue presentado el número 50 de la revista Opus Habana (Volumen XVI, No. 3) por el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, en el Aula Magna del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana. Asistió a la velada el músico José María Vitier, a quien se dedica la sección «Entre cubanos», y su madre, la gran poeta Fina García Marruz, así como otros destacados intelectuales. «Hoy es un día muy especial, sobre todo porque está con nosotros Fina (…) Ella es la encarnación viviente de los dos elementos fundamentales que nutren el espíritu de una familia y también de una nación, que son la memoria y la poesía», expresó el Historiador de la Ciudad. Y agregó: «Me alegro mucho, Fina, que en ocasión del 95 natalicio de Cintio podamos hoy celebrarlo. También evoco la presencia de Sergio, mi amigo querido, que seguirá estando omnipresente entre nosotros». Este número de Opus Habana tiene en portada la obra Roca bruja, fotografía de Tomás Sánchez, quien es entrevistado por la periodista Estrella Díaz en la sección «El artista y la ciudad». Al no poder estar presente por motivos de fuerza mayor, el gran artista plástico envió una carta manifestando sentirse muy honrado por haber sido seleccionado «para este significativo número de la publicación que ustedes impulsan y a la vez muy triste de no poderlos acompañar en este evento». Esa carta fue leída por Argel Calcines, editor general de la revista desde su fundación, a quien Leal Spengler cedió la palabra, no sin antes agradecerle su ingente labor de veinte años al frente de la revista. «Cada número de Opus Habana es un destello de la obra de restauración del Centro Histórico. Al alcanzar 50 números —o sea, 50 destellos—, ya se ha producido un resplandor», expresó Calcines. Antes presentó a Daniella Santiesteban, niña autora del dibujo del reverso de portada, dedicado a la plantación de la nueva ceiba en El Templete. El editor general elogió su representación de la piña que adorna ese edificio neoclásico: «Ver tu dibujo de esa fruta deleitaría a Manuel de Zequeira, el autor de “Oda a la piña” y uno de los redactores del El papel periódico de La Habana», le explicó Calcines. También se refirió a la influencia de Orígenes en la revista Opus Habana, como es la tradición de escoger para la portada de cada número un pintor contemporáneo. Ejemplificó con la edición dedicada al centenario del nacimiento de José Martí, con viñeta de Amelia Peláez y el editorial de Lezama Lima titulado «Secularidad de Martí». «Pero el hecho que de verdad impulsó nuestra revista Opus Habana fue el arribo en calidad de incógnito de uno de los fundadores de Orígenes: el Padre Ángel Gaztelu, a quien le dedicamos un monográfico en 1997», reveló Calcines. «Además de entrevistar a Gaztelu, quien por primera vez en su vida concedía una entrevista, dialogué mucho con Cintio Vitier mientras editaba el trabajo de Fina sobre el sacerdote origenista», recordó. Al referirse al número 50 de Opus Habana, Calcines expresó su satisfacción por haber contado con un trabajo expresamente escrito para la ocasión por la doctora Miriam Escudero, directora del Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas. Salvadora e investigadora de la opera omnia de este gran compositor cubano del siglo XVIII, por primera vez ella publica la genealogía de Salas, de quien José María Vitier puede considerarse un sucesor en el tiempo. «De este modo los dos grandes músicos sacros, el antiguo y el contemporáneo, quedan en las páginas de nuestra revista como miembros de una misma genealogía de la cubanía, ratificando aquella frase de Martí: “La música es el hombre escapado de sí mismo. Es el anuncio de la armonía constante y venidera…”».
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Imagen superior: A la derecha, el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, junto a Argel Calcines Pedreira, editor general de la revista Opus Habana, durante la presentación del número 50. Imagen izquierda: Leal Spengler junto a Fina García Marruz, invitada especial. Imagen derecha: Calcines Pedreira junto a Daniella Santiesteban, niña autora del dibujo del reverso de portada. (Fotos: Nestor Martí) |
Uno de los momentos más emotivos fue el concierto homenaje a la famila Vitier-García Marruz que, organizado por el Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas, acompañó la presentación del número 50. Su título, El surtidor silencioso, se basa en un poema del Padre Ángel Gaztelu e incluyó repertorios de música barroca y del propio José María Vitier. Inauguró el concierto el organista Moisés Santiesteban, quien interpretó Tiento XXIII de sexto tono por fe fa ut sobre la Batalla de Morales, de Francisco Correa de Arauxo. A continuación, intervino el recién formado Ensemble Cantabile, que dirigen Yulnara Vega y Roger Quintana, con las obras de Esteban Salas: Tædet animam meam; ¡Tú mi Dios entre pajas! y Como la Luz ha nacido. La segunda parte del concierto estuvo dedicada íntegramente a la obra de Vitier. Con texto de su esposa, Silvia Rodríguez Rivero, la habanera Te vas de mí fue interpretada por el contratenor Frank Ledesma, acompañado por Moisés Santiesteban. La pianista Lianne Vega ejecutó la obra Danza de Fin de Siglo. Siguió entonces la Camerata Vocale Sine Nomine que, dirigida por la maestra Leonor Suárez, interpretó las piezas Bonito y sabroso, de Benny Moré, y I've been in the storm so long, ambas, con arreglos corales de Ernesto Herrera. Por último, Mario Cremata Ferrán, autor de la entrevista a José María Vitier, pidió al maestro interpretar una de sus piezas. «No estaba preparado, pero no puedo negarme», contestó y se sentó al piano para tocar su obra Ritual, dedicándola al Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler.
Redacción Opus Habana
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| Imagen superior: Camerata Vocale Sine Nomine, dirigida por la maestra Leonor Suárez (Foto: Joel Guerra). Imagen inferior: Ensemble Cantabile —bajo la dirección de Yulnara Vega y Roger Quintana— que por primera vez interpreta la obra del compositor cubano Esteban Salas (Foto: Nestor Martí). Imagen izquierda: José María Vitier al piano (Foto: Joel Guerra). |
PALABRAS AL PROGRAMA DE MANO DEL CONCIERTO EL SURTIDOR SILENCIOSO; DEDICADO A LA FAMILIA VITIER-GARCIA MARRUZ
En 2007, tras concedérsele el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, Fina García Marruz concedió una entrevista a la periodista y escritora Rosa Miriam Elizalde.1 Por primera vez —que nosotros sepamos— se obtuvo un testimonio directo de la integrante del grupo Orígenes, en conversación donde también participó Cintio Vitier. Como dos alas de un mismo pájaro, habiendo constituido una unión eterna en vida y obra, ambos expresan que su mayor orgullo son sus «hijos músicos»: Sergio y José María. «En mi caso hay una razón: yo quise ser músico y no lo fui, y mis hijos lo han cumplido», explica Cintio. Ella, por su parte, afirma: «La música quizás fue en nosotros la primera poesía», e incluso llega a confesar que «es más fuerte, casi, que la poesía. La música es mi madre, mis hermanos, mis hijos, mi familia». Ahora la revista Opus Habana ha dedicado la sección «Entre cubanos» al gran músico y compositor José María Vitier García Marruz.2 Y aprovechamos para rendir homenaje a toda esta familia que cultiva versos, imágenes, sonidos y silencios en una suerte de ósmosis para que lo cubano se exprese a través de todas las dimensiones del Arte: literatura, música, pintura... Hace ya casi veinte años, en el segundo número de Opus Habana,3 dedicado a monseñor Ángel Gaztelu, tuvimos el privilegio de que Vitier nos revelara algunos secretos del misterio origenista. Así, al responder por qué su legado ha trascendido en el tiempo, a pesar de negaciones y escarnios, tranquilamente contestó el autor de Lo cubano en la poesía: «Hay ríos que se sumergen en la tierra y después reaparecen. Orígenes tuvo y tiene esa capacidad porque siempre trabajó con los secretos de la Isla». Cual surtidor silencioso, la revista Opus Habana ha brotado de ese río o manantial. De conjunto con el Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas, sus páginas impresas se hacen imagen sonora al llegar a sus cincuenta números consecutivos como publicación institucional de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
Argel Calcines y Miriam Escudero
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1. Rosa Miriam Elizalde. «Fina García Marruz: Me comunico mejor con el silencio», en Cubadebate, 19 de marzo de 2007. 2. Mario Cremata Ferrán. «José María Vitier: la música como una inmensa amante», en Opus Habana, Vol. XVI/no.3 ago. 2015/abr.. 2016, pp. 18-27. 3. Argel Calcines: «La memoria compartida», en Opus Habana, Vol. I/no.2 enero/marzo 1997, p. 14.
PALABRAS ENVIADAS POR TOMÁS SÁNCHEZ, CON MOTIVO DE LA PRESENTACIÓN DE OPUS HABANA
Estimados amigos de la revista Opus Habana, Estimados amigos de la Oficina del Historiador, Estimados amigos del público que asiste a esta presentación, Querido Argel Calcines:
En primer lugar me gustaría decirles que me siento muy honrado por ser la portada de este significativo número de la publicación que ustedes impulsan, y a la vez muy triste por no poderlos acompañar en este evento.
Ha sido toda mi intención, durante este mes, viajar a Cuba y estar con ustedes, pero la logística de mi exhibición en el Museo de Arte Costarricense el próximo 22 de septiembre no me lo ha permitido.
En casi dos décadas de residir en este país, esta es la primera vez que tengo una exposición personal. Se trata de la misma que se exhibió en Cuba durante la Bienal de La Habana y estoy con gran expectativa como toda primera vez.
Reitero mi alegría y mi compromiso con todos los proyectos culturales que se impulsen en Cuba. Espero poder viajar pronto y agradecerles personalmente a cada uno de los implicados, el haberme tenido en cuenta. En especial al trabajo de Estrella Díaz.
Un abrazo enorme,
Tomás Sánchez
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«A suerte y verdad» con dos artistas del dibujo
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«Estos dibujos poseen vasos comunicantes que ayudan a entender el diálogo, tal vez no tan explícito en la muestra, en la que cada creador tiene su discurso», expresan las palabras al catálogo.
Cual herederos de un taller renacentista, dos jóvenes exponen a partir de hoy, viernes 15 de septiembre, el resultado de su labor creativa con el título «A suerte y verdad» en la galería Carmen Montilla. Reconociéndose como dos colegas entrañables, su relación fraternal comenzó hace cinco años en el Espacio cultural Barcelona-La Habana. Desde esa fecha hasta hoy, el maestro Alexander Calcines Makeichik imparte clases a su discípulo Christian León Sierra en el taller Coup de fouet, en la especialidad de dibujo. «El empeño y la seriedad del aprendiz lo llevó a ganar el Concurso de los Cien Días, convocado por el Taller, y es por ello que hoy está aquí. Echó sus cartas a la suerte y cumplió el sueño de realizar su primera exposición junto a su profesor. Seguro del nivel de su pupilo, Alexander Calcines le tendió una mano y juntos emprendieron el desafío», expresó Carlos Velázquez Fernández, especialista principal del Espacio Barcelona-La Habana, al inaugurar la exposición. Con una profunda vocación por las artes plásticas desde pequeño, Calcines Makeichik también ha incluido en su acervo el amor por el magisterio, fruto de su formación en la Escuela de Instructores de Arte. Confiesa que «impartir clases de dibujo me ha ayudado a crecer como artista, pues para poder enseñar hay que estar convencido de uno mismo como creador». Recuerda las ocasiones en las que tuvo que infundir en su discípulo no solo conocimientos técnicos y artísticos, sino también aliento y perseverancia para que no se diera por vencido ante los obstáculos. «Por eso me siento muy orgulloso y feliz de que Christian haya llegado hasta aquí, pues he logrado mis propósitos como profesor. A la vez, es una satisfacción poder compartir la muestra con él. Es la primera vez que expongo junto a uno de mis alumnos». Consciente del privilegio que significa obtener esos resultados de trabajo, Christian manifiesta estar contento porque su primera exposición personal sea precisamente junto a su profesor. Aunque —aclara— «a la vez esto constituye un reto enorme, porque significa que tengo que seguir superándome para ser merecedor de toda la confianza que mi maestro depositó en mí». La calidad de las obras expuestas en la sala de la galería Carmen Montilla sorprenden por el dominio del dibujo a un nivel técnico respetable y la originalidad de las temáticas escogidas: el rechazo a la violencia contra la mujer, en el caso de Calcines Makeichik, y la belleza de la mujer mestiza en cuerpo y alma, en el caso de Christian León Sierra. Este último heredó de su maestro la destreza técnica, pero sin tener que renunciar a su universo creativo propio. Tal parece que hubieran seguido la máxima del gran Leonardo Da Vinci: «La mente del pintor es una copia de la mente divina, puesto que opera con libertad en la creación de muchos tipos de animales, plantas, frutas, paisajes, ruinas y sitios imponentes».
Celia María González
Opus Habana
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Imagen superior, de derecha a izquierda: Alexander Calcines Makeichik y Christian León Sierra, durante la inauguración de la exposición «A suerte y verdad», en la galería Carmen Montilla. Imagen inferior izquierda: los artistas (al centro), junto a Carlos Velázquez, especialista principal de Barcelona-La Habana (extrema derecha) y Roniel Llerena, también profesor de ese espacio (extrema izquierda). Imagen inferior derecha: María Fernanda Aldereguía, coordinadora del proyecto A+ Espacios Adolescentes, de la Oficina del Historiador, que atiende el taller Coup de fouet. (Fotos: Argel Calcines) |
PALABRAS AL CATÁLOGO DE LA EXPOSICIÓN «A SUERTE Y VERDAD», DE LOS ARTISTAS ALEXANDER CALCINES MAKEICHIK Y CHRISTIAN LEÓN SIERRA, EXPUESTA EN LA GALERÍA CARMEN MONTILLA
Ante un aparente juego de azar, los creadores Christian León Sierra y Alexander Calcines Makeichick, echan a la suerte sus cartas, en este caso sus obras y conceptos. Sus propuestas defendidas con la vehemencia de la juventud exponen bajo el velo de la inspiración su verdad. Aunque el cuerpo femenino ha sido una temática abordada desde diversas aristas, ambos artistas a pesar de que recurren a la utilización consciente de las bondades estéticas de tan magno regalo de la naturaleza, no temen a exponerlos cubiertos de significados signados por el peso de convenciones sociales y culturales hasta la desnudez que denota presiones psicológicas y físicas que en cualquier latitud laten peligrosamente bajo un cómplice enemigo, el silencio. Estos dibujos poseen vasos comunicantes que ayudan a entender el diálogo, tal vez no tan explícito en la muestra, en la que cada creador tiene su discurso. El uso de la técnica del dibujo, la temática y la utilización de la gama del color siena cohesionan el lógico divorcio estilístico. El debutante Christian León establece un discurso creativo apoyado con símbolos asociados al juego de cartas. El trébol, el diamante, la pica y el corazón van marcando y expresando internas concepciones, experiencias personales y toda la amalgama de vivencias sociales que invaden la vida de un joven empeñado en desentrañar, exponer y defender su identidad, enfatizando los valores de la negritud y el mestizaje en los que se devela una estética singular alejada del tropicalismo de moda. El autor acude a una segunda piel aludiendo a indumentarias con influencias de estilos historicistas y vanguardistas en la que va desplegando un vocabulario de formas ligadas a la ficción que en sentido general aportan y no debilitan el mensaje. Las obras del ascendente artista Alexander Calcines aportan a la muestra síntesis y oficio. Aluden al tema de la violencia contra las féminas, concibiendo imágenes y símbolos de un fuerte expresionismo en el que el cuerpo y el contexto van trasmitiendo conceptos individuales y sociales presentes en nuestra sociedad. El uso del pastel, el trazo preciso y la gama de color seleccionada, impregna a la serie un dramatismo que estremece y nos conduce a códigos que discurren desde imperceptibles conflictos cotidianos, los complejos y a veces ambiguos sentimientos hasta el imprescindible derecho de ser sujeto y no objeto. A suerte y verdad, es una propuesta artística que tendrá continuidad, es la unión de voluntades, es trabajo arduo, es contradicción, es conciliación, es el agradecimiento y admiración del alumno al maestro. Pero ante todo es un llamado a la dignificación de quienes nos acompañan en nuestro tránsito por la vida.
Carlos Velázquez Fernández
Especialista principal del Espacio Barcelona-LaHabana
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| Obra superior: Alexander Calcines Makeichik. S/T. Pastel sobre lienzo (90 x 130 cm). Obra izquierda: Christian León Sierra. S/T. Pastel sobre cartulina (130 x 90 cm). |
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