CRÓNICAS CUBANAS,
Por Félix Sautié Mederos.
En muchas ocasiones se oyen y se leen en los medios masivos locales
cubanos insistentes planteamientos sobre la necesidad de realizar un cambio de
mentalidad. Su reiteración con la persistencia y el seguidismo propios de los
que siempre “están de acuerdo con todo lo que se plantea desde arriba” (1), los han
convertido en frases y lemas de consignas esquemáticas, que pierden su
racionalidad y el sentido de su
verdadera urgencia, porque después de que se acuñó ese planteamiento de
marras a que me refiero, para casi todo se reitera que lo necesario es un
cambio de mentalidad, sin comprender lo que significa, ni mucho menos hacerlo.
Lo triste del caso, es que el planteamiento que se repite mecánicamente
en última instancia, expresa una “verdad de Perogrullo”. Y tampoco el problema
que repiten, en lo formal de la expresión, constituye algo distinto a lo que se
dice con esas seguidillas que se reiteran con insistencia, cual si fueran mantras con funciones mágicas, referidas a la
necesidad de un “sentido de pertenencia”, de mantener la “disciplina social”,
de “aumentar la producción y la productividad” y otras frases que por su
repetición han perdido su veracidad. En
la mayoría de los casos sucede que los que las repiten no saben lo que dicen ni
saben lo que hacen.
Puedo afirmar con toda honradez de juicio, que estamos ante una verdadera
“patología social crónica” de consecuencias muy lamentables, porque eternizan
el “más de lo mismo” con que expresan sus criterios, sus propuestas e incluso
su accionar los burócratas de la política y la economía que pululan por todos
los ámbitos de la sociedad cubana del momento. Pero las cuestiones
existenciales sin excepción, tienen sus límites, su caducidad e incluso su
desaparición o muerte. Son marcos de referencia que cuando se traspasan
comenzamos a bordear los límites de las verdaderas posibilidades existenciales
que implican el movimiento de la materia y de la vida en la naturaleza.
En esas circunstancias nos proyectamos hacia puntos de inflexión en los
que socialmente pudieran suceder los más disímiles escenarios quizás nunca
antes previstos, lo que algunos con poder suficiente para promover los cambios
esenciales que son imprescindibles en estas circunstancias no lo comprenden, o
no lo quieren comprender. Cuando me enfrento ante tales realidades que me
cercan por todas partes, he escrito en crónicas cubanas un llamado
diciendo que “las campanas están
repicando a arrebato”. Lo que quiero expresar con ese llamado, no es una simple
frase literaria de adorno del lenguaje, porque en mi criterio realmente estas
cosas “no aguantan más” al igual que
nuestra Habana, que pronto va a recibir el emblema de Ciudad Maravilla, porque
cuando esta crónica se publique se
estará inaugurando el monumento conmemorativo de esa categoría en el espacio
del Malecón que los habaneros conocemos como La Punta.
Y cuando expreso que no aguantan más, es que no se soportan las
circunstancias socio políticas en que los cubanos nos encontramos enclavados y
que al decir del Che en su ensayo de 1965 titulado “El Socialismo y el hombre en Cuba” que en los últimos tiempos
no me canso de releer y de sacarle sustancias: “es el momento de rectificar”. Últimamente lo he citado con insistencia en “Crónicas Cubanas”, debido
a esa esperanza de vida que no pierdo, porque considero que al ser del Che y no
de mi propia cosecha ya que en realidad me siento reducido a una voz que clama
en el desierto, pudiera entonces alcanzar alguna resonancia o consecuencia en
la vida real, mientras que mis compatriotas se marchan del país con un ritmo y
una insistencia que debería alarmarnos, porque algo les sucede más allá de que
la famosa Ley de Ajuste Cubano en los Estados Unidos los estimule a emigrar, ya
que si en realidad se sintieran medianamente bien en donde han nacido y se
desenvuelven cotidianamente, no se dispusieran a una aventura de emigración en
la que últimamente se exponen a tantos peligros y personas inescrupulosas en
Centro América y México por donde se están marchando ahora sin tampoco
abandonar los peligros de hacerse a la mar abierta en balsas rústicas.
El Che lo expresó con toda claridad
y lo vuelvo a citar porque no lo considero ocioso: “…el estado se equivoca a
veces. Cuando una de esas equivocaciones se produce, se nota una disminución
del entusiasmo colectivo por efectos de
una disminución cuantitativa de
cada uno de los elementos que la forman, y el trabajo se paraliza hasta quedar
reducido a magnitudes insignificantes; es el momento de rectificar…”
Y entonces, me
pregunto es que ¿el Poder en Cuba nunca se equivoca…? .Para comprender
lo que expresó Che y actuar en consecuencia, se hace imprescindible un real
cambio de mentalidad, comenzando por las cúpulas que han iniciado la moda de
plantearlo como consigna. En lograrlo
plenamente estoy de acuerdo, pero debemos realizarlo más allá de las
consignas, comenzando en primer lugar por las cúpulas del poder establecido.
Ahí está el meollo de todo: cambiar de mentalidad es en primer lugar, cambiar
con el pensamiento continuista que repite automáticamente el más de lo mismo,
con el que algunos siempre están de acuerdo día a día que liquida al proceso
revolucionario cubano.
En consecuencia, comprender la real dimensión y la
verdadera urgencia que constituye
realizar un cambio de mentalidad a fondo, debería comenzar ante todo por
las cúpulas de la sociedad cubana contemporánea y extenderlo hasta los más
remotos espacios y mentalidades del país. Ese es el principal problema que
tenemos por delante; y ello, como en
todas las cuestiones de la conciencia no se produce sin esfuerzo ni tiempo.
Nunca se logrará si no comienza por los que tienen el poder del estado y del
gobierno, que incluso debieran iniciarlo
retirándose, jubilándose y abriéndole paso a los que vienen detrás. La
biología así lo exige y si no se le hace caso se va a imponer existencial y
dramáticamente antes 2021 (VIII Congreso). Así lo pienso y así lo afirmo en uso
de mi derecho a opinar, con mis respetos para el pensamiento diferente y sin
querer ofender a nadie en particular.
(1) Ver en Por Esto!, “ESTAR
DE ACUERDO CON TODO, es la consigna de algunos…”
Publicado la Sección
de Cultura el jueves 2 de junio del 2016.
Publicado
en el periódico Por esto!, sección de opinión,
de Mérida , Yucatán , México, el lunes 6 de junio del 2016
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