miércoles, 29 de junio de 2016

A VIAJAR CON SU MAPIRE AL HOMBRO. ¡ARRIBA LOS DE ABAJO!

ELIGIO DAMAS

           
            Mapire es un cesto, muy bien tejido, de origen indígena, que aún en mi época de muchacho se solía usar para ir al mercado de compras y llevar comida para largos viajes en bestia y hasta a pie. El viajante llevaba en él todo lo que creía necesario para su travesía. En algunos sitios se le llamaba también “porsiacaso”, lo que implicaba una contingencia, llevar algo, incluso alimento que inesperadamente no se hallase. Pensando en ese original envase, viendo cómo marchan las cosas, la frescura y alegría de quienes de un lado y otro tienen las riendas en las manos, he optado por hacer las siguientes reflexiones, después de leer una noticia en un diario regional, según la cual, por las próximas vacaciones escolares, se espera nos visiten cerca de un millón doscientas mil personas. Me refiero por supuesto al Estado Anzoátegui y particularmente a su parte norte que goza del privilegio de playas maravillosas, sobre todo las sucrenses de la zona limítrofe, apenas a un paso de Guanta. La gastronomía de la región depende en buena medida de la arepa; porque los visitantes que, en gran número son caraqueños, como quienes aquí vivimos, la tenemos como un componente de cualquier plato, sobre todo del pescado, lo que más caracteriza nuestra gastronomía. La arepa es pues como un símbolo nacional y hasta más que eso, de necesidad de primer orden. Ella sola es sinónimo de alimento. Por eso usamos frases como “voy a ganarme la arepa”, por voy al trabajo. Tanto como que una de mis nietas, estando una vez fuera del país, apenas un mes, me puso un mensaje por el celular donde me dijo; “¡SOS! ¡Abuelo, tengo una baja de arepa!”. No es la hallaca, en materia gastronómica lo que identifica al país; más bien creo sea la arepa. Como ahora, lo que más identifica al nacional, es alguien haciendo cola para comprar comida o llevando una bolsa con alimentos.
            Pero resulta que Polar de Mendoza, que produce una marca muy solicitada de harina de maíz precocida y el gobierno con unas cuantas y muy buenas, no sé a ciencia cierta por qué, no son capaces de satisfacer el mercado como para que los bachaqueros no impidan podamos hallarlas no al precio real, según costos, sino simplemente hallarlas para gozar de arepas de ese origen. Pero esto es válido para una buena cantidad de alimentos.
             ¡Claro! Uno puede hallar maíz, procesarlo, lo que implica cocinarlo, molerlo y hacer la maza, para finalmente elaborar las arepas. Hasta, para mayor facilidad, en muchas partes se puede comprar la masa ya elaborada y sólo tiene uno que terminar de amasarla y poner en la parrilla, aripo, plancha u otro instrumento pertinente para que el fuego termine cocinar la arepa. Pero el proceso todo no deja de ser complicado. Hay que buscar el maíz y procesarlo o comprar la masa ya elaborada, pero uno no puede almacenarla por mucho tiempo, pues ella se corrompe fácilmente o, como decimos, “se pone piche”. No es igual como comprar una “paca” de harina precocida y tenerla a disposición en despensa. Pero, para caraqueños y toda la gente del país, vale recomendar las arepas de yuca que a mi parecer son deliciosas y su elaboración nada complicada, tanto que no vale la pena hacer una carta. Pero resulta que por esta situación que vivimos que, para un amigo que jugó un rol importante en el aparato del Estado es peor y más dramática que el llamado período especial cubano, conseguir maza, maíz y yuca también se ha vuelto  complicado y por demás costosa.
             Todo lo anterior, es decir el alto costo de los alimentos, las dificultades para hallarlos, hace muy difícil, para no decir imposible, que el oriental pueda ser tan buen anfitrión como siempre había sido. Una gente y un espacio donde los caraqueños acudían como en enjambre a pasar la Semana Santa y las vacaciones escolares. Muchas, hasta a muy bajo costo y sin preocuparse por asuntos que los anfitriones resolvían sin dificultad y satisfechos de agradar al visitante. Como nos agradaba decir “donde comen dos, comen cuatro” y “aquí en nuestra mesa siempre hay puesto disponible para quien llegue”.
           Para empezar, el viajero debe meter en sus macundales jabón, shampoo y papel higiénico. Por sólo estos tres, que podrían ser muchos los artículos de aseo. Sabemos que está sucediendo que en muchos hoteles nada de eso ofrecen como es su obligación o parte del servicio, no sé si para recargar el costo habitacional al turista por esa vía, la del bachaqueo o negocio adicional o si en verdad les cuesta conseguir esos productos. Cualquiera de las hipótesis es valedera.
            El caraqueño no está acostumbrado que digamos a comer casabe, y con esa campaña de desprestigio que a este alimento le tiene montada el presidente, pudiera hacerse más resistente a consunirlo. Pero en todo caso, en oriente, por la escasez de pan, maíz, el alto costo que viene alcanzando la maza, las dificultades sobre ella que arriba mencionamos y el descomunal precio del casabe, seguro que sus calamidades serán mayores a las que ahora vive en su espacio capitalino.
            Si ese millón doscientas mil personas que esperan las autoridades y los agentes turísticos para bienestar del negocio llegan, deberían venir cargando con todo eso, pues si aquí son ahora mismo escasas y súper caras, cómo será     cuando aquí estén. Es decir, al turista debe decírsele “vaya con su mapire lleno”. Al ministerio de turismo le ofrezco la consigna o mensaje sin costo alguno.
            ¡Tráigase su arepa! Pero esto es un decir, pues no sólo de arepa vive el hombre. ¡Traiga de todo! Porque corre el riesgo, que es una manera de decir, pues parece más acertado, aquí va a pasar el trabajo hereje. No es que el oriental haya cambiado, dejado de ser buen anfitrión y dispuesto a repartir lo suyo con el visitante, sino que ya nada nos queda. ¿Qué va a repartir? Hasta escondemos la media arepa que sobró de la cena para el desayuno de mañana y, por primera vez, entre mis círculos familiares y amigos, he visto guardar en la nevera el café de hoy para mañana.
          ¿Y los grupos económicos que manejan la economía y la producción que hacen? Pues ganar más real. Han descubierto que las “leyes de la economía” dan para invirtiendo menos, trabajando por debajo de un cuarto de máquina, sin arriesgar mucho se gana más. El esconder, bacahaquear a distintos niveles es la más grande enseñanza de la economía venezolana y hasta más eficiente que el hacer de los políticos en la política.
          ¿Y el gobierno? ¡Hay el gobierno! Ha optado por ignorar lo que sucede. ¡Ojos que no ven, corazón que no siente! Habla de todo. De glorias pasadas y presentes que sólo ellos atisban pero de la arepa nada.
         ¿Políticos de oposición que aportan? ¡Nada! Dejar que todo siga como va sin percatarse que si llegan a tomar el poder sólo se encontrarán un esterero o llegar sobre una montaña de cadáveres.
         Mientras tanto, unos y otros, todos ellos, se preocupan sí, mucho, por la cantidad de firmas, la pertinencia de las mismas, el revocatorio. Mientras al país todo, de un momento a otro pudiera, como a mi nieta, no darle una baja de arepa, sino de toda cuanta vaina se necesita para subsistir y estalla.
          ¡Abajo los de arriba! ¡Arriba los de abajo!

      


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Publicado por Eligio Damas para BLOG DE ELIGIO DAMAS el 6/28/2016 03:58:00 p. m.

AHORA O NUNCA: el debate necesario


ATENCIÓN FRANK


AHORA O NUNCA: el debate necesario….



CRÓNICAS CUBANAS,

Por Félix Saeteé Mederos.

En ocasiones aparecen caminos y soluciones necesarias cuando más se complican las cosas. Muchas veces suelen asomarse por algún resquicio de la sociedad no tomado en cuenta por parte del pensamiento oficial que pretende controlarlo todo y que se considera infalible. La sociedad es un ente con vida real que en sus circunstancias, improntas y consecuencias posee movimiento propio e independiente de nuestras voluntades individuales por muy encumbradas que puedan encontrarse. Lo que planteo, suele suceder cuando transcurre un día tras otro que se convierten en semanas, meses y años por causa de la acción del inmovilismo que lo complica todo auxiliado por la represión del pensamiento y de las voluntades. Es cuando ocasionalmente se llega a un momento en que no se aguanta más; y que como ha dicho el Che, entonces hay que rectificar, aunque algunos con poder suficiente para ello se resistan a hacerlo. En estas circunstancias y coyunturas, aparecen puntos de inflexión, que de no comprenderlos adecuadamente pueden desbordarlo todo. Lo que planteo está sucediendo en nuestro país en la actualidad  muy a pesar de los recorridos de dirigentes importantes muy publicitados por la televisión nacional, cargados de consignas y de “palabras mágicas”, como son las reiteradas exhortaciones a “producir más”, “aumentar la productividad”,  “tener sentido de pertenencia”, manifestar “disciplina social” y otras frases acuñadas sin plantearse lo que es verdaderamente necesario para lograrlo, que por su reiteración  hieren nuestros oídos cansados de tantas palabras vacías. Quienes así se manifiestan, lo hacen  sin tener en cuenta la necesidad de los cambios profundos de lo que reiteradamente no ha dado resultado que, por demás, deberían comenzar por el retiro definitivo de quienes no se cansan de repetirlas y de justificar los incumplimientos que se cosechan, muchos de los cuales son informados por los medios masivos locales. 

En estos escenarios que describo, cada vez se hacen más imprescindibles  el debate y el diálogo profundo verdaderos sin exclusiones onerosas, más allá las campañas galopantes que se quedan solo en eso. He pensado mucho en estas cuestiones cuando leí el artículo cargado de valentía y honradez de pensamiento del destacado economista cubano Humberto Pérez quien fuera vicepresidente de gobierno encargado de la economía hace algunos años, titulado   “NECESITAMOS SOCIALISMO Y REALISMO”, que ha generado un fecundo debate en mi criterio muy personal, que no debería ser entorpecido por los inmovilistas de siempre tal y  como ha sucedido en otras ocasiones con iniciativas parecidas. En este diálogo sobre economía, han comenzado a participar destacados intelectuales que no me atrevo a relacionar porque estoy seguro que en la medida que transcurran los días se irán incrementando y no quiero caer en omisiones de participantes, porque hasta eso puede ser perjudicial a algo que lo veo en el término de “Ahora o Nunca…”. Hay oportunidades que aparecen en los momentos extremos como he comenzado a plantear en mi Crónicas Cubanas de hoy, pero que cuando se desestiman no se vuelen a repetir.

En mi criterio estamos pues en uno de esos momentos, dado el debate abierto en las bases partidarias de los documentos del VII Congreso del Partido y que considero debería realizarse con toda la población por la trascendencia del momento, de las circunstancias y del futuro que se nos viene encima en mundo cambiante y cada vez más peligroso. No puedo olvidar las reformas que impulsó Humberto Pérez cuando estuvo al frente de la dirección de la Economía en el país hace algunos años, allá por los 70 del Siglo pasado y las reacciones dogmáticas del momento en que todo se cortó. Es algo que viví muy directamente y lo planteo con toda franqueza, porque en este tiempo transcurrido desde entonces, caracterizado además por el ordeno y mando así como la centralización y los oídos sordos que han empeorado las crisis que hemos sufrido. Me refiero el derrumbe del Muro de Berlín y a la caída abrupta de nuestra economía, junto con los errores de un idealismo que se considera infalible y que no ha admitido ni críticas ni alternativas.

Lo concreto ahora, es que cada vez tenemos menos tiempo porque  estamos dentro del precipicio tan anunciado; aunque se abren posibilidades de salir adelante, conjuntamente con un pragmatismo que poco a poco se ha ido posesionando. En estas circunstancias, comienzo por saludar el debate de quienes tienen cosas importantes que decir además de conocimiento, capacidad y experiencias, porque estimula a salirse del letargo creado por el “más de lo mismo” de siempre y por las palabras mágicas a que me refiero. Hay improntas que en todo este tiempo abordado en el análisis del debate que han sido determinantes en los resultados y consecuencias que estamos viviendo durante  largos años;  y a reserva de que en otras crónicas continúe opinando sobre el debate abierto, dado el espacio con que cuento, quiero dejar apuntadas muy sintéticamente algunas cuestiones que considero esenciales al respecto:

-       Las sistemáticas exclusiones de las ideas, criterios y personas que no concuerden con el pensamiento oficial establecido.
-       La reiteración hasta el cansancio y sin tomar en cuenta los fracasos y resultados fallidos de un “más de lo mismo” que aburre e irrita a la población.
-       El ordeno y mando en la economía nacional más allá de sus leyes y desenvolvimientos objetivos.
-       La oposición de las consignas al pensamiento objetivo.
-       El acotamiento de límites infranqueables más allá de los que las realidades hacen necesario.
-       La presencia gastada de personas que se erigen en determinantes y que lo complican todo.
-        La mezcla de burocratismos y corrupciones que se esconden detrás de la política de Plaza sitiada.
-       El aquí nadie tiene la culpa de lo que sucede que muy profesionalmente ha descrito mi colega Fernando Ravsberg  en un artículo suyo muy objetivo con el que concuerdo plenamente titulado: Cuba, donde la culpa no la tiene nadie”, junio 16, 2016.

Así lo pienso y así lo expreso en mi derecho a opinar, con mis respetos por el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular.

Publicado en el periódico Por Esto!, sección Opinión, el lunes 27 de junio del 2016


WASHINGTON vs MADRID paginas de la guerra(II)

Washington vs. Madrid: páginas de la guerra (II)
Ciro Bianchi Ross • digital@juventudrebelde.cu
25 de Junio del 2016 19:51:56 CDT

Desde antes de romperse las hostilidades, Washington había ordenado el
bloqueo naval de la Isla, lo que impedía a España, por una parte,
traer tropas frescas, pertrechos y municiones, y por otra, mover
recursos entre diferentes puertos del territorio. Barcos de guerra
estadounidenses surtos frente a los puertos de Mariel, Cabañas,
Matanzas, Cárdenas, Cienfuegos y La Habana se hacían visibles desde la
costa e impedían la entrada y la salida de embarcaciones de cualquier
bandera. No menos de diez mercantes españoles fueron apresados y
conducidos a Cayo Hueso. La medida tenía otros objetivos estratégicos:
esperar a que las tropas regulares norteamericanas destinadas a
desembarcar completaran durante el verano su entrenamiento en Nueva
Orleans, Mobile y Tampa, y dejar que las fuerzas cubanas continuaran
desangrado a las españolas.
Fue así que el capitán general Ramón Blanco y Erenas, Marqués de Peña
Plata, solicitó a Madrid el envío a Cuba de la flota española del
Atlántico, que en esos momentos esperaba órdenes frente a las islas de
Cabo Verde, en África occidental.
Esta era mandada por el almirante Pascual Cervera, un marino de casi
60 años de edad —nacido en Jerez de la Frontera, el 18 de febrero de
1839— y que luego de egresar de la escuela naval de San Fernando
ascendió grado a grado, gracias a su participación en los más
importantes sucesos de la historia de su país durante la segunda mitad
del siglo XIX, una época cuyo trágico final sería simbolizado
justamente con el hundimiento de la escuadra que le tocó comandar.
Tomó parte Cervera en la campaña de Marruecos (1853), en la expedición
española contra la Conchinchina (1862) y ya como capitán de navío
asumió en 1866 el patrullaje de las costas de Perú. Durante la Guerra
de los Diez Años estuvo en la vigilancia de las costas cubanas.
Participó además en la guerra carlista, distinguiéndose en la defensa
del arsenal de La Carraca. Presidió en 1891 la delegación de su país a
la Conferencia Naval de Londres y, al año siguiente, lo nombraron
ministro de Marina en el gabinete del presidente Sagasta, cargo al que
renunció en protesta por la escasa dotación económica destinada a su
ministerio, como si previera desde entonces, dicen historiadores, la
tragedia que sufriría la flota española cuando le tocara enfrentarse a
fuerzas superiores, más modernas y mejor dotadas.
Conformaban la flota del Atlántico cuatro cruceros acorazados y tres
destructores, que desplazaban en conjunto 28 600 toneladas, y
disponían, en teoría al menos, de 120 cañones, ocho ametralladoras
pesadas y 24 tubos lanzatorpedos, además de unos pocos cañones de tiro
rápido y algunos tubos lanzatorpedos instalados en los pequeños
destructores.
Hizo Cervera cuanto estuvo a su alcance a fin de convencer al Ministro
de Marina y al Gobierno de Madrid de que no mandaran la flota a Cuba o
a Puerto Rico. Sugería que la basaran en Canarias, para proteger desde
esa posición las islas y el territorio de la Península. El asunto, a
su juicio, era evitar un encuentro frontal con los norteamericanos en
el Caribe.

«Voy al sacrificio»
La flota norteamericana del Atlántico, al mando del almirante William
T. Sampson, era muy superior a la española. Disponía de nueve cruceros
acorazados, que desplazaban más de 65 000 toneladas y tenía instalados
casi 300 cañones, 22 ametralladoras pesadas y 37 tubos lanzatorpedos.
No solo superaba a la española en número de embarcaciones, tonelaje y
potencia de fuego, sino que los buques eran más modernos, poseían un
blindaje más fuerte y su habilitación era más completa. Estaba además
la cuestión del combustible. La armada estadounidense podía contar con
cuanto carbón quisiera estando sus bases como estaban a pocas horas de
distancia, mientras que los españoles, con serios problemas en este
campo, tenían sus fuentes de abasto a miles de kilómetros del Caribe.
En vano insistió el almirante Pascual Cervera. Conocía la superioridad
de su enemigo. Por eso, en la víspera de su partida hacia Cuba,
informó nuevamente al Ministro de Marina acerca de las condiciones de
sus barcos, que dejaban mucho que desear. Su artillería estaba
incompleta o defectuosa, no contaba con municiones adecuadas ni
suficientes y tampoco disponía de carbón de calidad. En su informe, el
marino decía que su escuadra se colocaría en un callejón sin salida;
una situación de la que no podía esperarse más que la destrucción de
sus barcos o la desmoralización de sus hombres.
A las puertas del terrible verano de 1898, las altas autoridades
españolas parecían vivir, sin embargo, en una borrachera triunfalista
que alcanzaba también a la población. No se quedaban atrás muchos
habaneros de a pie que en los cafés evocaban las batallas de Lepanto y
El Callao y pregonaban hasta el cansancio la superioridad de la armada
española, mientras que en el vestíbulo del teatro Albisu, el ilustrado
comandante de la marina española don Pedro Peral, hermano de Isaac, el
inventor del submarino, se empeñaba en demostrar justamente lo
contrario.
En una página deliciosa de sus Viejas postales descoloridas, el
costumbrista Federico Villoch dice que en Cuba por aquel entonces se
habló de Cabo Verde como nunca antes ni después y que había quien
escrutaba los mapas para vaticinar en qué paraje ambas escuadras se
desbaratarían a cañonazos. «Los yanquis le tienen un miedo terrible al
abordaje español», decían algunos. Y las imaginaciones calenturientas
trazaban cuadros espeluznantes de piratería, remangados los puños de
los marineros armados de grandes y afilados cuchillos, y la sangre
corriendo a bordo.
El propio Ministro de Marina español, con la cabeza en las nubes, daba
a Cervera, antes de su partida hacia el Caribe, la misión siguiente:
«Ir a EE. UU., defender las islas de Cuba y Puerto Rico, bloquear los
puertos norteamericanos del golfo de México, destruir la base naval de
Cayo Hueso, sede de la flota del Atlántico, y de ser posible bloquear
puertos del este…».
Algunos vapores lograron burlar, desde el puerto habanero, el cerco
norteamericano, o salían y entraban con permiso de los sitiadores. Con
autorización lo hizo el Lafayette, de la Compañía Trasatlántica
Francesa, atestado de viajeros que abandonaban la ciudad por miedo a
las futuras contingencias, y le siguió el bergantín mexicano Arturo,
cargado de fugitivos. Los especuladores de siempre hicieron dinero con
el improvisado negocio de convertir goletas desvencijadas en barcos de
pasajeros que, por 50 o 100 pesos el boleto, transportaban pasaje
desde La Habana a Veracruz.
Pero los acorazados Brooklyn, Texas, Iowa, Louisana…, dice Villoch,
continuaban imperturbables en el horizonte, firmes como si hubiesen
echado raíces en las rocas del fondo, bañando las noches con sus
potentes focos eléctricos. Esa vigilancia no fue obstáculo para que el
vapor español Monserrat, con todas sus luces apagadas, burlase una
noche el bloqueo y arribase sin novedad, dos días después, a un
cercano puerto de México para, a su vuelta, abastecer de víveres a La
Habana. Un barco de guerra español llamado Conde de Venadito se
arriesgó una tarde a salir del puerto para provocar la agresión de los
acorazados americanos y obligarlos a acercarse a la costa para que
fueran cañoneados desde el Morro, lo que resultó en vano, pues el
yanqui lo que hizo fue largarle una andanada de tiros y permanecer
impávido en su línea. Se dio también, entre otros casos, la entrada
espectacular de la goleta Santiago, que a todo trapo salió una mañana
de buen viento de Bahía Honda y penetró sana y salva en nuestro
puerto, bajo los cañonazos que se cruzaban uno de los acorazados
norteamericanos y la batería de Santa Clara, emplazada donde se
edificó el Hotel Nacional de Cuba.
El 24 de abril recibía Cervera la orden de moverse hacia el Caribe y
se dispuso a cumplirla no sin antes advertir a sus superiores que iba
al sacrificio con la conciencia tranquila. Al día siguiente, Estados
Unidos declaró formalmente la guerra a España. Una semana más tarde,
en la bahía de Cavite, Filipinas, la flota norteamericana del Pacífico
destruía, en cuestión de horas, la escuadra española concentrada allí.
La noticia provocó en España la conmoción que era de esperar. El 12 de
mayo, el Ministro de Marina dirigió un telegrama a Fort de France, en
Martinica, autorizando a Cervera a regresar a España. Pero Cervera
jamás vio ese mensaje. El día anterior dejaba atrás Fort de France y
ponía proa a Cuba.

El héroe trágico
El 14 de mayo barcos norteamericanos bombardearon con total impunidad
San Juan de Puerto Rico. Cinco días después, el 19, la flota de
Cervera entraba en la bahía de Santiago de Cuba. A comienzos de junio
la escuadra del almirante Sampson bombardeaba esa ciudad. Con objeto
de embotellar a Cervera, sus adversarios hundieron el pontón Merrimac
en la boca de la rada santiaguera. A partir de ahí, si los barcos
españoles querían salir, debían hacerlo de uno en uno, convertidos en
una suerte de tiro al blanco para los norteamericanos.
Se entrevistan con el mayor general Calixto García, lugarteniente
general del Ejército Libertador, el almirante Sampson, jefe de la
flota, y el general Shafter, jefe del Ejército de tierra. Desembarcan
las tropas norteamericanas y avanzan hacia Santiago. El general
Linares, jefe de esa plaza militar, no se hace ilusiones respecto a la
victoria española y sabe que la derrota pondría en grave riesgo a la
flota anclada en la bahía. El capitán general Ramón Blanco, que
recibió de Madrid la potestad de decidir sobre todas las fuerzas
militares destacadas en la Isla, incluso la escuadra, y que sabe cómo
piensa Cervera, telegrafía al Almirante: «Dice usted que la caída de
Santiago es segura, en cuyo caso tendrá usted que destruir sus barcos,
y esta es una razón más para intentar una salida, ya que es preferible
para el honor de las armas sucumbir combatiendo…».
Cervera escribe entonces a Linares: «… afirmo con el mayor énfasis que
nunca seré quien decida la horrible e inútil hecatombe… A Blanco
incumbe decidir si debo ir al suicidio, arrastrando conmigo a estos 2
000 españoles».
Ante el ataque inminente, los marinos de Cervera se suman a la defensa
terrestre de Santiago. Ocurren el 1ro. de julio de 1898 las batallas
de El Caney y de San Juan, donde, en un intento desesperado por
recuperar la posición, resulta gravemente herido el general Linares.
El día 2, desde La Habana, el Capitán General ordena a Cervera que
salga con sus barcos de la bahía santiaguera. Al día siguiente, a las
9:45 de la mañana, disparando sin cesar por ambas bandas, empezó a
salir, con rumbo este, la escuadra española. Una hora más tarde la
flota del Atlántico sucumbía ante el poderío norteamericano, y el
propio almirante Pascual Cervera, el héroe trágico, alcanzaba la costa
a nado y era hecho prisionero. Debió enfrentar en España un consejo de
guerra acusado de la pérdida de la escuadra. Fue absuelto y permaneció
durante unos cuantos años más en servicio activo. Murió el 3 de abril
de 1909.
La batalla naval de Santiago tuvo para España el saldo de 326 muertos,
215 heridos y 1 720 prisioneros. Los norteamericanos tuvieron un
muerto y un herido. «No siempre al valor acompaña la fortuna», decía
el Capitán General en su mensaje a los habitantes de la Isla, y
«firmes y resueltos ante el peligro», los llamaba a confiar en Dios «y
en nuestro derecho a dejar incólumes el honor y la integridad de la
patria». El general Shafter, por su parte, presentaba un ultimátum:
Si Santiago de Cuba no se rendía, sería bombardeada. Pero eso lo
veremos el próximo domingo.








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Ciro Bianchi Ross

domingo, 26 de junio de 2016

"EL JUEGO ESTÁ TRANCADO", DICE MARICLEN. "SANCHO, CON LA IGLESIA HEMOS TOPADO"


ELIGIO DAMAS

           Confieso que al citar al Quijote en el título, no dejo de hacerlo con un sentimiento de inseguridad. Porque hay muchos intelectuales, anclados o apretujados donde uno menos lo piensa, cree sólo a ellos pertenece ese derecho. Más nadie ha leído al “Manco de Lepanto”, entonces quien no tenga un certificado de ellos, que antes se daban en las cantinas de Sabana Grande, muchas veces a cambio de pagar por lo menos una ronda, ahora no sé, quizás en el Celarg o librerías del Este, de lo que ahora es el Este del Este Caracas, no está autorizado para hacer esas citas, porque sería algo así como un copión, repetidor de consignas, advenedizo, cura sin sacramento, que abundan mucho entre los políticos, un bachaquero pues.
            Pero lo cito con frecuencia porque tuve la fortuna de ser hijo de un loco, soñador como el Quijote mismo, que solía sentarme en sus piernas y leerme fragmentos de la literatura clásica. En vez de dos, más son cuatro. Un tipo tan fuera de base, como he dicho antes, que llamó a sus hijos, según el orden en que fueron naciendo, Orlando, Electra, Atila y Urania. Pero esos nombres no los sacó del calendario sino donde originalmente estaban. Eligio, mi nombre, es el único que se sale de aquel comportamiento; pues bella persona aquel viejo mío, poeta al fin, se lo pidió prestado a mi abuelo materno, por quien sentía una gran admiración, siendo este apenas un humilde pescador con habilidades de atleta que aquel loco padre mío daba valor inusitado. Quizás porque él, mi padre como yo, para solo caminar, hemos tenido que hacer grandes esfuerzos.
            El Quijote, según dicen los expertos, esos que otorgan pergaminos y dan derechos, se atosigó de tanto leer literatura caballeresca, perdió  la razón, una que nunca tuvo y fundió la vida real con aquella de los caballeros andantes. Por eso, lo de los molinos de vientos por gigantes, un viejo arrugado con una hermosa dama secuestrada por “villano”, a humilde y harapienta trabajadora de posada con “Dulcinea del Toboso”, la bella mujer de sus sueños y causa de sus luchas y a él mismo, Francisco Quijano, con el hidalgo Don Quijote, el caballero andante, puesto en la tierra para imponer la justicia y desenredar todos los entuertos.
            Quizás, no lo sabe uno a ciencia cierta, sin pergamino alguno, un carajo nacido en un barrio cumanés  poblado entonces mayormente por  analfabetas funcionales,  prevalezca entre quienes “dirigen” la vida nacional no esa percepción o imagen poética, irónica y hasta desbastadora de “El Quijote”, sino una simple falsa de ellos y la vida; una que se inventaron. Es decir, pudiera ser que quienes se creen con la verdad, la llama o la luz en la mano, que no andan vestidos de caballeros andantes sino muy formales, logren hacer creer hasta ahora, a unos cuantos, que los locos son los otros. Eso de “dirigentes de la vida nacional” se refiere a tipos de distintos colores y anclados en una isla u otra.
             Por eso, como dijo Mariclen, el juego está trancado. Pero al decir eso, no afirmaré que la socióloga (¿Está bien escrito?) lo dijo exactamente así, pero por lo menos a mí me pareció que sí, quiso expresar que los interlocutores llegaron al agotamiento y con ellos de por medio, gobierno y oposición, no logran lo que se han trazado como meta y menos están aptos para que el diálogo avance como ansía la mayoría apabullante de los venezolanos. Están tan entrampados y como deseosos “de no encontrar trabajo”, que apenas salen de una primera intentona, con la intermediación de gente calificada y de buena fe, al toparse con la prensa, lo primero y único que les ocurre es insultarse mutuamente. Por eso Mariclen, con acierto, dice que hablan un lenguaje de guerra, apocalíptico. Son como extraños personajes que intentando apaciguar los ánimos, solían decir, “quiero cordializar contigo, llegar a acuerdos, pero vete mucho al carajo”.
            Si usted escucha el discurrir de lado y lado, pareciera que hablaran malas imitaciones de “El Quijote”; porque Cervantes no hizo caricatura alguna, puso las cosas en su exacto sitio. Con la diferencia que el personaje cervantino, era el portavoz que ironizaba la vida de su tiempo, no habiendo más nadie tan cuerdo como aquel que decía tener un brebaje para regenerar todas las partes del cuerpo, por lo que no temía a lanzazo o herida alguna.  ¡Fue así!

           Quizás, no por ser él un hombre de la vieja derecha y epígono de la IV República y el Puntofijismo, Eduardo Fernández, sino porque lo que transcurre es demasiado obvio, coincide con Mariclen, al afirmar que Venezuela está atrapada en “el empeño de gente del gobierno en mantenerse en el poder y la persistencia opositora de tumbarlo”.
            El gobierno está convencido que, como se expresó “El Quijote” al arremeter en un solitario paraje de La Mancha con unos pobres curas, “Sancho con la iglesia hemos topado”, que está cambiando tanto al país que ya toma forma de la “La Isla de jauja”, estamos en la “Comuna de Paris” y el socialismo que anhelamos ya casi nos toma de las manos. Pero pese eso se piense, diga y hable horrores del rentismo, le ponen velas y rezan a los santos para que de un envión volvamos a los 140 dólares por barril y trazan planes sobre el “Arco Minero”. Mientras tanto, la oposición razona igual, de la misma manera, en la formal y febril de “El Quijote”. Ve a un gobierno que está sustituyendo el modelo suyo, el privado, por uno radicalmente distinto y sus cuentas paradisíacas, con paraísos y sin ellos, como si estuvieran esmirriadas. No ven el tiempo claro, sin nubarrones ni amenazas, salvo el deseo colectivo de defender lo suyo y hacer que la vida transcurra en paz y bienestar.
            Por eso, ese estado de ánimo, de salud mental, crisis dirigencial, para Mariclen el juego está trancado. De lado y lado no se toleran ni encuentran espacio para nada, ni siquiera para empezar a hablar. Lo peor que puede sucederle a un país, a unos nacionales es que los lleven a la guerra y que en ella intervengan quienes nada les duela ni les importe, como ese ejército mercenario con el que nos amenaza Uribe y pareciera apoyar Almagro. Veámonos en el los espejos de Libia, Siria e Irak.
            Por esto último y también por todo lo dicho, sin temer que topemos con la iglesia, arropémonos o mejor impregnémonos del espíritu de “Don Quijote” y discurramos que la dirigencia, de lado y lado, está por debajo de lo que las circunstancias demandan y ella debe darle paso a quienes tengan capacidad para entenderse, sin que nadie tenga que renunciar a sus principios y derechos. En el beisbol se suele decir “hagamos cambios en el bullpem”.




BRASIL Y LA CORRUPCION OLIGARQUICA

Brasil y la corrupción oligárquica
Por Hedelberto López Blanch

La corrupción acompaña a la mayoría de los miembros de la Cámara Baja, del Senado y del gobierno provisional brasileño después que la oligarquía criolla logró con artimañas sacar a la legítima presidenta Dilma Rousseff.
El dinero mal habido ha salpicado a los hasta hace pocos meses denominados intocables, debido al control y el poder que ejercen en esa inmensa nación sudamericana.
Todo estaba preparado desde hacía meses para lanzar el golpe de Estado contra la presidenta legítima de Brasil, Dilma Rousseff con el objetivo de devolverle el país a la fuerte burguesía criolla, eliminar los programas sociales llevados a cabo desde 2003 e implantar el sistema neoliberal que ignora los beneficios para las grandes mayorías.
Consumada la implementación del impeachment (Juicio Político) en la Cámara de Diputados que lo aprobó por 342 votos, el siguiente paso fue llevarlo al Senado y, al sancionarse en esta instancia, la mandataria fue separada de su cargo por seis meses a la espera de un veredicto, que estará igualmente en manos de la Cámara Alta.
Resulta completamente incongruente que de los 21 senadores de la comisión especial que determinó que Dilma debía ir a juicio político, ocho de ellos aparecen implicados en el caso de corrupción de Petrobrás. Ellos son: Antonio Anastasia, Donald Caiado, Dario Berger, Gladson Cameli, Fernando Becerra, Aloysio Nunes, Cassio Cunha y Zeze Perrilla.
A estos se sumaron después numerosos senadores y congresistas implicados en actos de corrupción con el manifiesto objetivo de que fuera enterrado el caso Lava Jato (lavadero de autos) por desfalcos y malversaciones a la empresa estatal Petrobrás.
En 2014 se hizo pública la investigación que destapó la red de corrupción en la estatal Petrobrás, además de numerosos problemas financieros en la empresa. 
La operación consistía en que compañías sobornaban a altos dirigentes de Petrobrás y a otros funcionarios públicos para conseguir contratos multimillonarios con la mencionada petrolera. Decenas de ejecutivos de varias empresas han sido detenidos.
Muchos de los poderosos políticos implicados han tratado de detener las investigaciones sobre Petrobrás para que el lodo no siga convirtiéndose en arenas movedizas.
En manos del juez del Tribunal Supremo Federal están cuatro de los hasta ahora “intocables”: el ex presidente del Senado, Renan Calheiros, el senador y ex ministro, Romero Jucá, el ex presidente del Parlamento, Eduardo Cunha y el ex presidente de Brasil José Sarney, todos bajo acusación de obstruir las investigaciones sobre Petrobrás y de conspirar contra la operación.
Dos aspectos importantes al que aspiran la oligarquía criolla y los políticos de derecha son lograr la privatización de Petrobras (para enriquecerse aún más) y eliminar los grandes logros sociales alcanzados durante los gobiernos sucesivos de Luiz Inacio Lula da Silva y Dilma Rousseff.
Pero podríamos preguntarnos cómo una administración, con un poder ejecutivo y legislativo, lleno de personas con antecedentes y actuales procesos por corrupción, puedan mantenerse en el poder sin que organizaciones financieras internacionales, gobiernos de países desarrollados y medios de comunicación occidentales, no lo hayan condenado ni solicitado sanciones.
Los datos son contundentes: Según la ONG Anticorrupción Transparencia Brasil, de los 594 miembros de las dos cámaras, el 59 % registra cargos y condenas en los tribunales, incluso por lavado de dinero o tortura.
De los 513 congresistas, 303 tienen procesos o condenas judiciales o en tribunales de cuentas por diferentes motivos. En cuanto a los 81 senadores, 49 figuran con procesos o condenas en la justicia y tribunales de cuentas.
Ya son tres los ministros del presidente por “sustitución forzada” Michel Temer que han caído a solo un mes de la salida de Dilma: de Transparencia, Fabiano Silviera; de Planificación, Romero Jucá y de Turismo, Enrique Eduardo Alves. Los tres presionaban y trataban de chantajear a jueces y políticos para que no continuaran las investigaciones de corrupción en la empresa petrolera.
El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, fue suspendido del cargo al ser acusado por varios delitos como mentir sobre sus cuentas secretas en bancos suizos y otra por 20 millones en bancos uruguayos, malversación de 5,7 millones de dólares y otros más. Cunha amenazó con complicar a 150 diputados, un ministro y un senador cercanos Temer si es condenado. Si se determina mi prisión por el Supremo Tribunal Federal, no caerá solo, dijo Cunha y le recordó al presidente provisional que sin su apoyo ningún gobierno logrará apoyar ningún proyecto.
Temer no se queda atrás y negocia un acuerdo general con la Justicia pues está acusado de hacer una donación en 2012 de 428 000 dólares de origen irregular para la campaña electoral de Gabriel Chalita, candidato del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) a la alcaldía de Sao Paulo; un cargo por apadrinar una venta ilícita de etanol a finales de los años 90; otra demanda por ser beneficiado con la entrega de 1 230 000 dólares por un constructor. 
Temer y todo su aparato oligárquico se han lanzado a tratar de eliminar, lo antes posible, las acciones sociales que emprendieron los gobierno de Lula y Dilma a favor del pueblo. En esa línea, presionan para recortar los presupuestos para la salud y educación; eliminar empleos en el sector público; elevar las jubilaciones a 65 años de edad; privatizar numerosas empresas estatales, entre ellas Petrobrás; suspender el programa Mi Casa, Mi Vida, y cancelar la construcción de 11 200 viviendas pactadas por la administración anterior.
Durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores se generaron casi 6 000 000 de puestos de trabajo que elevaron el poder adquisitivo de los brasileños. El proyecto Mi Casa, Mi Vida fabricó más de un millón de inmuebles y esperaba llegar a 2016 con 2,75 millones en total.
La pobreza bajo del 26 % en 2002 a 8,7 % en 2015. El presupuesto para la educación en 2015 alcanzó el 15,57 % del presupuesto nacional, mientras en la salud se amplió la cobertura médica al 85 % de la población menos favorecida. Desde hace 12 años, el programa Bolsa Familia ha brindado apoyo a 53 millones de familias pobres y a 17 millones de niños en edad escolar. 
Dilma no esta acusada por corrupción, sino por "haber irrespetado la Ley de Responsabilidad Fiscal, un proyecto neoliberal que limita enormemente los gatos del Estado para los proyectos sociales, pero en contraposición, permite pagos de grandes fortunas a los banqueros".

En resumen, es el llamado golpe de Estado blando en el que un presidente, elegido democráticamente con respaldo de 54 millones de votos, ha sido objetado por autoproclamados “jueces” parlamentarios, muchos de ellos imputados por corrupción, desfalco y lavado de dinero.

SHANNON Y SUS DOS CARRILES. UNA AMENAZA. "EL ÚLTIMO QUE SALGA APAGUE LAS LUCES"


            Un amigo “invisible” como hubiese dicho Arturo Uslar, pues lo es nuestro a través de las redes sociales; de esos sobrevivientes partidarios del gobierno de Salvador Allende, ahora residenciado en Venezuela, me pregunta:
            -“¿Ahora adonde iríamos a emigrar?”
            La pregunta, procedente de alguien que vivió la experiencia de verse aventado de su país por la conflictividad chilena durante el gobierno de Salvador Allende y los horrores propios de la dictadura de Pinochet, que también se ofreció como gobierno de transición, queriendo decir para ordenar lo desordenado y poner la cosas en su sitio, es bastante pertinente en los difíciles momentos que vive Venezuela. Pero en su mensaje, además parece sentirse confundido entre la realidad que ante nosotros transcurre y lo que el gobierno informa:
             Y señala tres cosas, salidas del gobierno, que le parecen por demás extrañas:
             1.- Los jugos y otros productos de “Lácteos los Andes” se exportarán a Bolivia,
             2.- FARMA, a quien se la dado un crédito para producir medicinas, también se dedicará a la exportación y,    
             3.- Escasea, se anuncia que llegarán  o ya llegaron las cosas y todo sigue igual.
            Y tiene razón de extrañarse porque exportamos o exportaremos, si tomamos como cierta la información relacionada con “Lácteos los Andes”, que recibimos también a través de la televisión, tomando en cuenta que los productos de esa empresa solamente aquí les vemos en películas, videos o fotografías.
            La extrañeza es mayor, hasta descomunal, si hablamos de los medicamentos. Basta decir, porque se trata de un tema que tiene asustado y la vida en un hilo a miles de venezolanos, entonces por demás conocido y sufrido; quien esto escribe, hipertenso crónico, no halla los medicamentos aunque sólo en algo se parezcan a los indicados por el especialista.
            Se sabe que llegó carne a precio accesible, pero la desviaron para restaurantes y cadenas de comercialización que la venden a un ojo de la cara. Llegó harina de trigo por los puertos en abundancia según información gubernamental  pero no se asoma a las panaderías, pues esto a uno le dicen los panaderos. Y uno de los angustiosos pedidos de los cumaneses, después de la hecatombe vandálica que allá hubo, fue de harina para el pan.
            Me refiere el amigo, sin duda un hombre de la izquierda y aventado de Chile justamente por eso, se comentaba irónicamente que en los aeropuertos de su país unos carteles decían: “El último que salga apague las luces y cierre las puertas”. Se produjo una diáspora gigantesca por las políticas represivas de la naciente dictadura y las secuelas de la guerra económica desatada para acorralar y al final tumbar a Allende, que dio origen a aquella humorada negra.
           El “invisible amigo”, quien todavía parece impactado por lo que vivió en Chile, me refiere que ahora mismo, en el espacio donde reside, muy cerca de Caracas, le pidieron por dos kilos de carne la bicoca de 9 mil bolívares, dejé “sobre el mostrador  la mercancía y salí en carrera hacia mi casa”. Esta última circunstancia, aunada a las otras, le hizo recordar, como según se dijo en Chile, cuando Pinochet iniciaba cualquier discurso, al referirse a sus compatriotas, les llamaba cruelmente “sobrevivientes”.
             Esta última referencia pareciera ajustarse ahora a quienes aquí estamos. Sobrevivimos dentro de una profunda crisis que todavía parece no tocar fondo; y es así, porque como dije en otro artículo, repitiendo lo que le escuché decir a alguien, el propósito de los opositores al gobierno, en primera línea EEUU y su clase dirigente, no es “hacer chillar la economía chilena”, como advirtió Henry Kissinger, sino achicharrarnos, lo que es una opción más dura y cruel. Hace pocos días atrás, el vicepresidente norteamericano Joe Biden y el jefe del Comando Sur, ya nos han hecho sus advertencias, fingiendo que les preocupa el drama que ahora vivimos y en el cual, sin duda alguna, ellos tienen las manos metidas “hasta los codos”. Almagro le hace el juego, más que a la oposición al pentágono, para abrir la posibilidad de invadirnos; Shannon nos acaba de visitar para intentar “recomponer” las relaciones que, como uno sabe, intentará hacerlo con un embudo en la mano. Y ha dicho, como para que nos preocupemos, “Es necesario que EEUU hable con todas las partes fuera de Venezuela para ejercer nuestra influencia de manera coherente con nuestros intereses”. Es obvio que nuestros intereses son los de ellos. Eso, en pedestre lenguaje diplomático suena a amenaza y condicionamiento, tanto para gobierno como opositores. Pero no se quedó allí, agrego algo que suena a vulgar injerencia e irrespeto:
           “El carril del referendo revocatorio y carta democrática son válidos y no impiden uno al otro, uno puede manejar esos carriles al m ismo tiempo”.
            Dicho en lenguaje coloquial y sencillo, el gobierno acepta el revocatorio, se supone que dentro de los parámetros que ellos digan o hacen lo que sea para que la OEA nos aplique la Carta Interamericana y hasta nos envíen sus marines. Eso deja claro porque en estos días EEUU en la OEA optó por el diálogo, intentó aprobar el informe de Almagro y se nos aplicase la Carta Interamericana. Es decir, dispara de todos los frentes, tal como aquí hace la oposición, ¡Más claro no canta un gallo!
            Años atrás, desde los tiempos de lo que hemos llamado últimamente la IV República, la clase dirigente en lo económico y político en Venezuela, cambio su gusto que sus hijos se fuesen a estudiar a EEUU o Europa, para regresar aquí como los nuevos conquistadores; destinados a ocupar los niveles dirigentes en el aparato del Estado, PDVSA, empresa privada y hasta el mundo universitario, por el de irse a vivir y formar familia allá. Aquello coincidió con la idea y prédica que “este país”, en el cual ellos gobernaban y mandaban, “no sirve para nada”. Ahora, habiéndonos como dejado en cueros, en puro peladero, tanto que pareciera que nadie, tirios y troyanos, no saben qué hacer, han optado por mandar sus hijos a que por allá se queden y ellos mismos, van y vienen, como el bachaquero, llevando sus cosas, aunque sea de a poquito.
            Pero ese querer irse, “porque aquí no hay vida”, se lo han trasladado a buena parte de la población, vieja y joven, quienes prefieren correr la cruel y despiadada aventura que significa a un extranjero y latino en EEUU, en una etapa que para los gobernantes de allá la presencia de nuestra gente no es nada agradable, cuando figuras xenofóbicas, ultra nacionalistas como Donald Trump, se asoman con la posibilidad de llegar a la “Casa Blanca”, en lugar de quedarse a luchar en su país, donde las potencialidades son enormes y sólo requerimos que se imponga la sensatez, cordura y la necesidad de hacerlo marchar bajo un acuerdo que está previsto en la constitución vigente. Esos ansiosos por irse pasan por alto la realidad que allá les espera, lavar platos, carros y soportar una peor vida fingiendo estar felices porque otra cosa no les quedaría.

            Que no tengamos que decir, tampoco en broma, con ironía cruel, como los chilenos “Quien salga de último que apague las luces y cierre las puertas”, porque habrá quien entre e intente quedarse con todas las riquezas que aquí tenemos.  Viendo la casa sola y abandonada, los pillos nos dejarían sin memoria, tumbas de nuestros antepasados y hasta historia.

sábado, 25 de junio de 2016

LO QUE BIEN SE ENSENA, NUNCA SE OLVIDA


LO QUE BIEN SE ENSEÑA, NUNCA SE OLVIDA….



CRÓNICAS CUBANAS,

Por Félix Sautié Mederos.

Confieso que nunca he podido olvidar las enseñanzas de mi primer maestro, un negro de confesión bautista, poeta y maestro normalista que en Cuba entonces era una profesión importante, quien fue mi preceptor los primeros años de mi vida en que en que me era muy difícil salir de mi casa porque apenas podía caminar y tuvieron que rehabilitarme. Lamentablemente mi niñez comenzó así algo triste y dolorosa porque veía a mis hermanos jugar sin yo poder hacerlo. Con mi preceptor, en aquellas circunstancias de la década de los 40 del Siglo pasado, aprendí a leer, escribir y los primeros valores de amor, paz y espiritualidad, básicos para un niño que se abre a la vida. Posteriormente cuando ya podía caminar mejor cambiaron mis posibilidades de movilidad, aunque nunca bien del todo porque nací con esos defectos en 1938 y aún hoy tengo dificultades acentuadas por mi edad. Entonces por recomendaciones de mi Maestro bautista, mi padre masón me matriculó junto con mis hermanos menores en el Colegio Champagnat de los Hermanos Maristas en el barrio habanero de La Víbora, porque lo consideró el mejor en la enseñanza y como era un libre pensador lo hizo sin vacilaciones ni prejuicios religiosos de ninguna índole. Era entonces un hermoso plantel de varios pisos de altura  que cubre una manzana completa circundado por cuatro calles viboreñas con nombres significativos e ilustres como José Antonio Saco, José de la Luz y Caballero, San Mariano y Vista Alegre, que nunca he podido olvidar; incluso a veces me parece estar viéndolas en mi mente. En definitiva como todos los colegios privados dl momento en Cuba fue nacionalizado a finales de 1959 principio de 1960 y los hermanos Maristas salieron de Cuba, para regresar largos años después cuando mejoraron las relaciones Iglesia Estado como parte del proceso previo al  IV Congreso del Partido Comunista de Cuba en el año   1991,   y  de  la reforma constitucional de 1992  que cambió el estatus de Estado confesional ateo por el de estado laico que preconizó José Martí.  Estos hitos marcan muchas luchas, heridas y frustraciones, que poco a poco se han ido restañando y que no es posible relatarlas en el breve espacio de una crónica de prensa.

Mi  primer curso fue el de 1947 – 1948, ya ha llovido mucho desde entonces, pero no olvido tampoco al Hermano Rafael el primer religioso católico que me tocó como mi primer profesor. Era una época boyante para mi familia, pero en lo social convulsa, como botón de muestra de lo que sucedía en aquellos años 40  puedo decir que recuerdo el tiroteo a batalla campal entre políticos pistoleros de la época, denominado de la Calle Orfila que  transmitió íntegramente la a radio local como si fuera una novela de ficción. Después vino la dictadura de Batista y con ella la lucha insurreccional y la Revolución; y yo me hice un combatiente revolucionario, lo que no he dejado de ser en toda mi vida. (1)

Y, aquí viene el meollo de lo que quiero expresar, referido al reconocimiento de la influencia cultural y espiritual que sembraron en mi los hermanos maristas con que me eduqué. Fueron como el Sembrador de la Parábola de Jesús (Mateo 13, 3 en adelante) que pusieron las semillas de la virtud y del bien en  la conciencia de sus alumnos niños y adolescente; y posteriormente todo dependió de nosotros mismos, si fuimos o no las tierra fértiles en que aquellas siembras pudieron fructificar. El trabajo del Sembrador de seres humanos es activo y sublime porque sembrar y cosechar a personas de bien es la más hermosa actividad que puede existir de la cual incluso depende el futuro de la sociedad e inclusive de la naturaleza. En medio de los desasosiegos y desorientaciones del momento en que vivimos remontar las cumbres de la virtud y del amor  devienen los verdaderos activos contra el odio y los rencores que nos dividen, porque por muy malas que se presenten las circunstancias de la vida, enfrentarlas con amor es lo único recomendable que nos permitirá alcanzar lo que tantas veces no me canso de reiterar en mis Crónicas Cubanas: Una República en donde quepamos todos, con todos y el para el bien de todos.

Esa labor no tiene precio alguno cuando se hace con el alma y la vida y con independencia de los avatares que viví en aquellas épocas convulsas y cambiantes que incluso relato en mi novela Testimonio SIN TIEMPO PARA MORIR, publicada en Madrid 1999 por la Editorial Nueva Utopía, reconozco que tengo  una deuda de gratitud que no se paga con bienes materiales por muchos que puedan ser en el mundo, establecida para siempre con quienes sembraron en mi la Fe, el amor por la virtud, por la justicia y por la Paz. Ser agradecido no solo es ético y moral. Ser agradecido es ante todo una de las manifestaciones externas de un modo de vida del que puede depender la salvación definitiva del mundo en decadencia que estamos viviendo en las actuales coyunturas.

Todas estas cuestiones revivieron en mí cuando un ex condiscípulo de los Maristas me llamó hace algunos días para avisarme de una actividad en la Parroquia de Jesús, María y José en el  Casco histórico de La Habana en conmemoración de un nuevo aniversario del fundador de los hermanos Maristas el Padre Marcelino Champagnat  en la también convulsa época de la Revolución Francesa. Realmente no me quedaba mucho tiempo disponible para más compromisos porque en unos muy pocos días tenía que viajar a España, pero fue algo ante lo que no podía claudicar porque durante los años de mi niñez y mi juventud en que me estuve educando en el Colegio de los Hermanos Maristas, el ejemplo de Marcelino Champagnat fue una enseñanza sistemática de virtud, de perseverancia , de firmeza de carácter y de nobleza con que se forjaron los valores mismos que a mí en lo personal me convirtieron en un inconforme  y en un luchado por la justicia, la equidad y la paz. Con el ejemplo del hoy San Marcelino me enseñaron muchos valores que marcaron mi identidad y mi vida para siempre  y en aquella humilde Parroquia de La Habana Vieja están sus continuadores junto a los niños de barrio, con el pueblo de más a pie, en una actitud proactiva de sembradores del bien; y esas cosas son las que necesitamos .  Así lo pienso y así lo afirmo con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular.

(1)   Ver en Por Esto! SOY MILITANTE, NO LO PUEDO NEGAR NI LO NEGARÉ,…Sección de Opinión el viernes 15 de abril del 2016.

viernes, 24 de junio de 2016

UN CASO DE ESTADO



YNDAMIRO RESTADO DIAZ

El hombre primitivo que mataba con un garrote; mataba a tres. Después se inventó la pólvora y con un cañonazo se mataba a 70. 

Así la historia enseña  que hay una correlación entre la capacidad tecnológica que posee el asesino y el número de sus víctimas. Esto es obvio.  Si no hay venta de armas de gran potencial de fuego y si tener un arma de asalto, por e j, es ilegal; estas medidas  elementales, de inmediato pondrían a los terroristas a la defensiva.

Por supuesto, al mismo tiempo ,hay que acompañar estas medidas de todo un trabajo de inteligencia.  Un revolver, un arma corta como defensa personal;  puede ser admisible. Sin embargo; un arma de Guerra  debe estar al servicio del estado, que es el encargado de mantener el orden dentro de la libertad. 

Ni el estado esta construido para hacer negocio ni los negociantes están formados para dirigir el estado. La lucha contra el terrorismo no es un asunto de Mercado.  La lucha contra el terrorismo es un problema de estado.

jueves, 23 de junio de 2016

LA AGRICULTURA URBANA.EXORCISMO EN CUMANÁ. ¡DE QUÉ VUELAN, VUELAN!

ELIGIO DAMAS

            Samantha, aquel ser mágico y linda chica, casada con aquel mortal, tipo atiborrado de problemas de la vida americana, llamado Larry, de vez en cuando, o mejor en cada serie, pese la oposición de su marido, hacía cosas propias de su condición. Ante una dificultad o majadería de su madre, mágica como ella, castañeteaba los dedos, pulgar e índice y todo resuelto. Conste que a Samantha y madre llamé mágicas.
            Por lo de Cumaná, se movió hacia allá buena parte del gobierno. Por eso, uno dice, todo lo malo alguna vaina buena trae. Los violentos, empecinados en prender una guerra en Venezuela; interesados en que los gringos hallen un motivo para invadirnos no por democracia, ni libertad alguna, esas son pendejadas que para ellos nada valen, sino por petróleo y toda la riqueza que este territorio guarda, generaron en la ciudad “marinera y mariscala”, como le llamó uno de sus hijos predilectos, Andrés Eloy Blanco, un triste acto de vandalismo, tan infame que hasta invadieron una escuela estando en ella sus alumnos, niños pequeños. Cumaná pasa por todas las calamidades que el país padece. La escasez de alimentos, inflación e inseguridad son ahora los tres primeros problemas en la ciudad; pero también de los venezolanos todos.
         Este domingo, como decir ahora mismo, José Vicente Rangel, persona cercana al gobierno, preguntaba a su entrevistado, Eleazar Díaz Rangel, más o menos de la manera siguiente:
        ¿Siendo la escasez un problema tan grave, por qué el gobierno que dispone de recursos, no lo resuelve?
       Puso énfasis, fue lo que más me llamó la atención de lo dicho por el entrevistador, que “el país dispone de recursos suficientes para abordar ese problema”.
        Díaz Rangel, quien suele ser muy discreto, sobre todo al tocar temas sensibles relacionados con el gobierno, agregó al comentario y pregunta del entrevistador:
        “A eso habría que agregarle lo relativo a la inflación y los escandalosos precios de los alimentos”. Aprovechó para echar un cuento sobre el costo de un cambur manzano pequeño. No obstante, evadió responder la pregunta.
       Es decir, ello indica que los problemas existen y son graves; no son imaginación pura de uno, mal pensado; y pese lo que se pueda decir, el primer responsable y llamado a encararlos es el gobierno. Eso lo dice hasta José Vicente. Tanto lo saben quienes manejan el Estado, que después de los desmanes de los violentos que ejecutan órdenes de quienes se creen amos del país, se movió impulsado por una fuerza inusitada hacia Cumaná. Allá fueron a tratar de encarar el grave estado de ánimo dejado por aquella explosión inducida.
            Entre los tantos funcionarios gubernamentales, encabezados por Aristóbulo, llegó la muchachita bonita, no sé su nombre y ahora mismo cuando esto escribo Internet no entra a mi equipo, por lo que no puedo averiguar cómo se llama, Ministra de Agricultura Urbana. 
            No tengo nada contra la agricultura urbana. Es más la he ensayado desde hace años. Es una alternativa que vale la pena practicar en cualquier circunstancia hasta para combatir el ocio. Los europeos, sin las tierras que nosotros poseemos en demasía y menos el agua en abundancia, la practican con intensidad. Es para ellos un verdadero reto por la subsistencia.
           Pero uno de los primeros aprendizajes de geografía económica al que tuve acceso, eso hace un poco más de cincuenta años, es que en este país, al contrario de Europa, sobran tierras de excelente calidad y agua; lo que en verdad pasa es que no hay quien las ponga a producir, primero por el viejo sistema propietario y luego por el rentismo petrolero que concentró la población, casi toda, en la zona norte costera, lejos de donde están aquellas incalculables potenciales riquezas.
           Alguien, a quien no le gusta esto se diga, comentaría “ese cuento ya nos lo sabemos, el asunto es que ahora, ya, hay que producir algo para salir de este rollo o evadir la hambruna que amenaza”. Lo que me hace sospechar que el gobierno espera una hambruna. En este caso no sería mal decir aquello. Pero sería aún mejor, antes admitir que en los últimos dieciocho años invertimos mucho tiempo y dinero en otras cosas y obviamos la importancia estratégica que siempre tuvo la lucha contra el rentismo. Olvidamos que “primero es el comer”. La carta de Pepe Mujica a Almagro, no sólo sirve para descalificar a este, en lo que mucha gente se “refociliza”, sino que aquél, no sé si lo digo bien, si no es así me perdonan la irreverencia, “nos echa en cara”, haber cometido ese garrafal error. Por todo eso, no es suficiente decir se agotó el rentismo petrolero” y debemos salir de él. Falta decir que hubo equivocaciones y sobre todo hizo falta planificar cómo corregir y con quiénes salir del atolladero; y hace falta, sobre todo del gobierno, una autocrítica, decisiones y caras que nos devuelvan la credibilidad.
             Lo último lo he dicho pensando en que mientras tanto se mira el movimiento de los precios del hidrocarburo con avaricia y se piensa en apelar al arco minero. Como que si todavía añoramos por volver aquello. Conste que por esto último, mi posición no debe calificarse ultrosa o negativa a la “chimberra”, pienso que ante la gravedad de la crisis que atravesamos y teniendo esos recursos, se pueden utilizar con discreción y haciendo todo lo técnicamente posible para no impactar el medio. Tampoco podemos ver eso como quien observa  un tótem. Pero tampoco, fallándonos el petróleo, retornar al rentismo con esa incalculable riqueza. Debemos partir de la idea, con cabeza cerrada, que el rentismo debió estar enterrado hace décadas.
            De lo que si estoy seguro es que la agricultura urbana, por mucho que se entonen himnos y se castañeen los dedos, no nos va a sacar de esta crisis y menos nos va a convertir en una potencia.
            En Cumaná, como lo ha hecho en otros sitios, la bella y joven niña ministra, para lo que no creo se necesite un ministerio, un nuevo alto funcionario y su respectiva corte,  cual se ofrece un espectáculo más para la televisión, habiéndose movido a la ciudad oriental, como por el país todo, con un complicado aparataje y personal, llegó a una pequeña huerta, agitó con gracia su nariz respingada, castañeteo los dedos y ¡zas!, presentó a las cámaras “veinte kilos de cebolla y 10 de pimentón” allí cosechados. ¡Qué maravilla! ¿Qué hacer ahora con tanta vaina de esa? Ya los cumaneses pueden descansar tranquilos.

           Ya Caracas, con esa funcionaria, puede no sólo ser espacio para dos Caracas más, como convencieron a Chávez, un gesto que ya fue en favor del rentismo o en retroceso, sino para cuatro. Lo único que hay que cuidar es hacer bastantes balcones. Cada día castañear los dedos y “mandado hecho”. Mientras tanto, las tierras de la Venezuela adentro y el agua, que se queden allí que algún día llegarán los gringos.


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Publicado por Eligio Damas para BLOG DE ELIGIO DAMAS el 6/22/2016 02:41:00 p. m.

miércoles, 22 de junio de 2016

MUHAMMAD ALÍ Y "EL PELUSA" MARADONA, ENTRO ODIOS, HONOR Y GRANDEZA

Date:Tue, Jun 21, 2016 3:09 pm



Eligio Damas

            Seguramente el lector se ha percatado – me gusta esta forma verbal -, como los dos personajes antes nombrados, lo diré así para no parecer prejuiciado, tuvieron y tienen tantos adoradores como personas que no les gustan. Hasta para decirlo, no porque sea de mi agrado, sino por ser así, arrastran tanta simpatía, amor, admiración como odio.
           Lo de Maradona, cualquier lector, aun siendo muy joven, hoy lo percibe y es más, lo sabe bien; pero lo de Alì quizás no; porque pasaron los años y hoy, aquel odio contra el glorioso hijo de Lousville pasó de moda; como en el olvido está. De él, queda su gloria. Es más, como el paso del tiempo suele borrar hasta las heridas y la memoria, las clases dominantes hoy, entre ellas los dueños de los grandes medios, parecieran haber dejado allá, en las cavernas, para que nadie las halle, las infamias que difundieron contra el peso pesado que “bailaba como las mariposas y pegaba como avispas”. Pero dejemos a Alì para luego, hablemos primero de Diego Armando Maradona.
            “El Pelusa” o el “cabecita de fósforo”, como le llamaba una amiga argentina que lo adoraba, fue en el fútbol lo que Alì en el boxeo. No me cabe duda que ha sido de los mejores futbolistas que el mundo ha parido; el brasileño “Pelé”, fue excelente, pero si recordamos que éste jugaba en una formación de 1-2-3-5; es decir el portero, dos defensas, tres en la línea media y cinco atacantes, se comprenderá que era un juego más que todo de atacantes; que lo hacáin en bloque; la idea “la mejor defensa es un atacar constante”. “Pelé”, desde que llegó, siendo todavía un muchacho, a la selección de su país, siempre jugó teniendo a derecha e izquierda, cuatro delanteros que le acompañaban en el ataque, de tanto nivel futbolístico como él. Por ejemplo en el mundial del 66, al lado de Pelé estuvieron Zairzhino, Garrincha, Alcindo, Zito, Gerson y Tostao. Las selecciones brasileñas estaban integradas por los mejores jugadores, sobre todo al ataque, del mundo. Eso no pasó con el “Pelusa. Dentro de la selección argentina y en el Nápoles, comandada  equipos muy lejos de la calidad del de “Pelé”. Hizo del Nápoles, un equipo de segunda, si mal no recuerdo, dos o tres veces campeón de la Liga italiana. Por eso en aquella ciudad es un ídolo todavía. 
            Pero “el cabecita de fósforo”, de origen tan humilde o más que “Pelé”, cometió el pecado de pensar alto e identificarse en la grandeza y fama con su gente del barrio. A él, aquella tarde de hace más de veinte años en Atlanta, EEUU, le seleccionaron escogido a dedo, o mejor seleccionado, no al azar como mandan las reglas, porque sabían que ya en el ocaso de su  fabulosa carrera, estaba por retirarse, consumía droga. Pero la moral de la Federación Internacional del fútbol (FIFA), comandada entonces por el brasileño Joe Havelange, puesto en el cual llevaba más de veinte años, no era otra sino la misma de los corruptos que ahora están siendo juzgados. Y no quería moralizar el deporte, sino descabezar a un atleta, no por sus pecados, sino porque venía denunciando la corrupción y los abusos contra sus colegas por parte del ente encabezado por Havelange. Pero además de eso, ya en esos tiempos, Dieguito, no ocultaba su admiración y solidaridad con Cuba, Fidel Castro y el Che Guevara. Es decir, a través de ellos, aparte de las dudas o diferencias que uno pueda tener, el astro argentino se vinculaba a las luchas populares, antimperialistas y a favor de la unidad latinoamericana. Para el ente futbolístico mundial, con estrechos vínculos con grandes firmas capitalistas del mundo con intereses en los campeonatos de liga hasta el mundial, el pequeño argentino era un “rebelde y enemigo”. Fue exactamente eso, lo que le cobraron al “Pelusa”, hasta desatar una campaña brutal en su contra como pretender negarle sus pasadas glorias y méritos como atleta. Por eso, formal o informalmente le persiguieron, acosaron y contra él incitaron el odio. Tanto que muchos ingenuos llegaron a creer y decir que su genialidad futbolística había sido producto de la droga. Miles llegaron al odio inducido por la propaganda orquestada por entes del capitalismo, pero también millones siguieron adorándolo por su incalculable calidad atlética. Dieguito no se plegó a los truhanes de la FIFA como si lo hicieron, el astro francés Richard Platiní y el mismo “Pelé”.
            Cassius Marcellus Clay, muchacho negro de Lousville, el más grande boxeador de la historia, se mostró por demás irreverente contra el sistema y las clases dominantes de su país, que lo son en el mundo entero. Su primera irreverencia, fue cambiarse el nombre por el de Muhammad Alí. El suyo, aquel que le pusieron sus padres, era para él nombre de esclavo y estaba en lo cierto. Los esclavos adoptaban nombres y apellidos de sus amos; por eso, tuvo razón y fundamento de cambiarse el nombre. Aquello, aunque pareciese sólo un gesto simbólico, fue una protesta contra la discriminación y la injusticia, en medio de las duras luchas de la negritud norteamericana por los “Derechos Civiles”, porque al negro se trataba como si nada significase. Iba decir, como a un perro, pero recuerdo que ya en esos tiempos, sobre todo la clase alta, daba a sus canes el trato que negaba a los negros.
            Eso debió excitar el odio de las blancos dominantes. Un negro rechazando el apellido de uno de ellos. Ese, debieron haberse dicho, sólo por eso, es un enemigo al que hay que acorralar.
            Lo de Vietnam es historia harto conocida y muy contada en estos días. Pero a Muhammad Alí, pasado los años, reconocido por el pueblo norteamericano de la inutilidad de la aquella guerra, el esfuerzo y gesto heroico del genial gladiador, las clases dominantes optaron por intentar apropiárselo; no sé si algo de eso lograron; le concedieron el honor, creo siendo Clinton presidente, de encender la llama olímpica. Ahora, cuando le enterraron, según resaltó la gran prensa, entre el pequeño círculo que acompañó el féretro estuvieron el ya mencionado presidente y su esposa, Hilary Clinton, actual aspirante a la presidencia por los demócratas. Quizás tuvieron que admitir para sus adentros la grandeza del “bocazas” y optar por vincular su nombre y gloria a la herencia de ellos.
            Diego por fortuna está vivo. No sé bien si aquel odio incubado contra Alí, entre mucha gente sencilla que despotricaba de él como ahora hace contra Diego, se quedó en el pasado. Le acusaron de cobarde habiendo tenido la valentía de desafiar al Pentágono y los grandes poderes en favor del pueblo vietnamita al cual diezmaban y del suyo propio, los negros norteamericanos. También de antipatriota pero no reconocían su enorme sacrificio por su gente. Pero el que crearon contra el argentino está vigente, vivito y coleando. Porque el ánimo de combate por la justicia del “Pelusa”, está intacto. Además, aquellos goles del pequeño pampero, en uno de los mundiales de futbol, entrando por el centro, solo, con genialidad y astucia, entre dos gigantescos defensas ingleses, son cuadros imborrables, de mucho simbolismo en nuestra heroica lucha. Por eso, “Calle Trece”, lo recoge en una de sus interpretaciones donde definen ¿Quiénes somos?: “Somos Maradona anotándole dos goles a los ingleses”.




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Publicado por Eligio Damas para BLOG DE ELIGIO DAMAS el 6/21/2016 12:09:00 p. m.