Ecuador, esperanza contra el
neoliberalismo
Por Hedelberto López Blanch
Cuando políticas
neoliberales tratan nuevamente de resurgir en latinoamerica, como han sido los
casos de la investidura del derechista presidente Mauricio Macri en Argentina o
de la mayoría parlamentaria que obtuvo la oligarquía en Venezuela, con la finalidades
de eliminar los avances sociales obtenidos en esos países, los logros
alcanzados en los nueve años de la Revolución Ciudadana en Ecuador ofrecen un
ejemplo a seguir para las fuerzas progresistas de la región.
Después de los desastres
económicos ocurridos en el país en los inicios de la década del 2000 que dieron
al traste con tres gobiernos pro-occidentales tras aplicarse políticas
neoliberales extremas como orientaban el Fondo Monetario Internacional (FMI) y
el Banco Mundial (BM), las que impulsaron la pobreza de los habitantes y la
entrega de las riquezas del país al capital extranjero Rafael Correa alcanzó la
presidencia el 15 de enero de 2007.
Durante su investidura,
Correa explicó que la Revolución Ciudadana la cual pretendía llevar a cabo en el
país implicaba "un cambio radical, profundo y rápido del sistema político,
económico y social vigente, sistema perverso que ha destruido nuestra
democracia, nuestra economía y nuestra sociedad".
En el acto por el noveno
aniversario de la Revolución Ciudadana, efectuado en el Parque Samanes, en
Guayaquil, Correa afirmó: "No nos robarán la esperanza y la firme decisión
de tener patria para siempre. Cumplimos nueve años en esta lucha que le
pertenece a todo un pueblo, que es el
que decidió tomar el destino en sus manos, así que seguiremos gobernando con
energía, firmeza, convicción y responsabilidad por una patria cada vez más
justa y humana”.
La Revolución Ciudadana se
ha extendido a todas las regiones de la nación andina para atender a los
alrededor de 15 millones de habitantes y en especial a los tradicionalmente
excluidos en materias de salud, educación, trabajo y derechos sociales.
A partir de 2007, el
crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) fue de 4,5 % de promedio anual, y
los aportes a la inversión pública alcanzaron 25 % lo cual sirvió para combatir
la desigualdad y reducir los índices de pobreza mediante políticas económica-sociales
realistas y dinámicas.
Una de las principales
medidas impulsada por la Revolución Ciudadana para llevar adelante los
programas con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los ecuatorianos ha sido
la recuperación y fortalecimiento de la soberanía sobre los recursos de la
nación y en específico la rama petrolera.
Como consecuencia directa de
esas acciones el crecimiento económico del país ha sido sostenido y el Producto
Interno Bruto (PIB) pasó de 46 000 millones de dólares en 2007 a 100 000
millones de dólares en 2015, a la par que se han construido miles de kilómetros
de modernas carreteras, decenas de escuelas, hospitales y megaobras, como las
ocho hidroeléctricas que en breve entrarán en operaciones.
El gobierno del Movimiento
Alianza PAÍS, ha dedicado del 2007 a la fecha, 23 000 millones de dólares a la
inversión social, más del doble de lo destinado para ese sector en los 10 años
anteriores de la llegada de Correa.
Los frutos de esa política
social-humanitaria no pueden ser ocultados pese a las campañas difamatorias de
las fuerzas oligárquicas y los medios de comunicación controlados por la
derecha pues, por primera vez en la historia, las familias ecuatorianas pueden
cubrir un 93 % de la canasta básica con sus ingresos, mientras que antes solo
llegaba al 60 % de cobertura.
La tasa de desempleo se ubica en 4,5 %, una de las más bajas del continente, la pobreza se ha reducido a 7 % a la par que el sector no petrolero creció un 9 %.
La tasa de desempleo se ubica en 4,5 %, una de las más bajas del continente, la pobreza se ha reducido a 7 % a la par que el sector no petrolero creció un 9 %.
Apuntemos
otros relevantes datos: se implementó la educación y salud pública universal y
gratuita; creció la asistencia social a ancianos y el apoyo a madres solteras
cabezas de familias, mediante el Bono de Desarrollo Humano otorgado a cerca de
2 000 000 de beneficiarios.
El
bono se incrementó de 30 a 50 dólares mensuales con la condición de que las
madres enviaran a sus hijos a las escuelas y garantizar su adecuado crecimiento
con programas de alimentación infantil. La inversión en la salud pública
aumentó en más del 700 %, y en educación 400 %.
Un
mal que aún afecta a muchas naciones latinoamericanas, el trabajo infantil, se
ha eliminado casi por completo al sacar de esa esfera a cerca de 550 000 niños
y niñas. Para este año se erradicará la desnutrición en menores que se cifra en
23 % a nivel nacional.
Claro que el pasado y el
presente año en los que ha ocurrido una gran devaluación del petróleo (principal
fuente de entradas de la nación andina) significan un enorme reto para que la
Revolución Ciudadana continúe superando la historia de exclusión e injusticias
que se habían arraigado en Ecuador a lo largo de décadas.
En su discurso por el noveno
aniversario Correa analizó no solo los desafíos internos sino también los de la
región y en forma muy diáfana señaló:
"Nuestros proyectos
emancipadores van en la dirección correcta, buscando sociedades más justas al
servicio del ser humano. Es el destino que los pueblos de América Latina hemos
escogido. Podrá haber reveses temporales, pero el curso de la historia no
cambiará. Llegaremos a liberarnos de todas la cadenas hasta construir una
América Latina libre, soberana, donde manden las grandes mayorías".
Los beneficios políticos,
sociales y económicos alcanzados por Ecuador señalan el derrotero a seguir para
los países del hemisferio sur americano. Esperemos que se mantengan.
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