viernes, 17 de julio de 2015
CONSULADO CUBANO EN MIAMI"VILLA PAULA"
Consulado cubano en Miami
“Villa Paula” situada en la zona del “Pequeño
Haití”
“ Villa Paula es una magnífica mansión de 1920, de estilo
neo-clásico,
con un distintivo sabor cubano en su diseño y decoración
interior.
Cuenta con diez habitaciones, dos baños, techos de 18 pies de
alto,
baldosas y columnas toscanas pintadas a mano. La Villa fue
construida
con ladrillos amarillos, y estuco blanco importados de Cuba.
La
Mansión está ubicada en el corazón de Little Haití, en el 5811 de
North
Miami Avenue, en Miami, Florida.
Villa Paula fue construida en 1925 para ser
sede del primer Consulado
de Cuba en Miami, por el Oficial Consular Superior
don Domingo Milord,
y su esposa, Paula, cuyo nombre se le dio a esta mansión;
seis años
después de que la feliz pareja se trasladó ahí, Paula murió
por
complicaciones tras la amputación de una pierna.
El residente siguiente de
esta casona fue Reardon Muriel, que vivió en
ella durante más de 30 años.
Después de tener una variedad de
propietarios, la Mansión se convirtió en un
ancianato. En 1974, la
mansión ya se encontraba en mal estado y se había
convertido en un
hogar para vagabundos. Afortunadamente, se rescató Villa
Paula
mediante la compra de la propiedad, por parte del Departamento
de
Vivienda y Desarrollo Urbano. Luego de invertir miles de dólares en
la
restauración de esta mansión, se logró recuperar su grandeza original.
Al
poco tiempo de su restauración, se descubrió que existía más de
una
manifestación paranormal en la Mansión:
Constantemente llaman a la puerta
de entrada de la mansión, de forma
intermitente, para luego no encontrarse a
nadie quien lo provoque.
Existe también una “personalidad espiritual” que odia
a los gatos.
Tres gatos domésticos han sido asesinados deliberadamente por
una
puerta de hierro que los golpeó. No había viento para que la
puerta
golpeara casualmente a los gatos, por lo que se cree que una
presencia
invisible esperó el momento en que un gato pasaba por la puerta,
para
luego cerrarla violentamente, como una trampa (se sabe que uno de
los
antiguos propietarios, Reardon Muriel, realmente odiaba a los gatos,
¿será
él?)
La puerta de la habitación que perteneció a Paula tiende a
cerrarse
también violentamente, según un anciano vecino de la Mansión, Paula
en
vida acostumbraba hacerlo cuando ella interpretaba melodías en su
amado
piano.
Se suele oler un fuerte aroma de café cubano proveniente de la
cocina,
así como el olor fragante de las rosas en el comedor, durante
la
temporada cuando las rosas no están en flor. También se ha oído
sonidos de
tacones altos en el camino de piedra en el patio trasero de
la Villa.
Además,
en el pasillo que da a las habitaciones, se ha llegado a ver a
una mujer de
apariencia cubana, de pelo negro recogido en un moño, y
que recorrió el pasillo
silbando alegremente, luciendo un vestido de
cuerpo entero,… pero notándose
claramente que tenía sólo una pierna,
antes de que se esfumara en el
aire,…
Algunas de las manifestaciones de la villa han demostrado
ser
agresivas: en una oportunidad, al parecer un fantasma “habría tenido
una
rabieta2, ya que tiró todos los platos y cubiertos por toda el
área de la
cocina. Además, una araña del porche de repente se soltó
inexplicablemente, y
se estrelló en el suelo.
En una sesión de espiritismo, realizada en 1976,
celebrada por un
ministro espiritualista, reveló que no sólo Paula se
manifiesta en la
Mansión, sino también otros 4 espíritus más:
Según el
espiritista, Paula era demasiado tímida para decir quién era
ella, pero dijo
que ella amaba a moler el café colombiano, que adoraba
a tocar música de
“Carmen” en el piano, y poniendo rosas alrededor de
la mansión, como le gustaba
el olor de ellos.
También se percibió un hombre delgado, que llevaba un
sombrero de
copa, una señora bastante pesada, que lucía un vestido rojo, una
mujer
llorando porque estaba preocupada porque había perdido una medalla en
el
jardín, y había ahí el espíritu de una mujer joven, muy desdichada,
que estaba
buscando el lugar de sepultura de su hijo ilegítimo, que se
encontraría
sepultado en algún lugar o cerca del recinto de Villa
Paula. Tal vez había sido
criada en la Villa, o habían vivido en las
inmediaciones.
La villa quedó libre
de avistamientos, ruidos y disturbios por algunos
años, después de la sesión de
espiritismo 1979, lo que calmó los
ánimos y permitiendo lograr vender la
mansión.
Sin embargo, en los ’80 ‘s, la actividad fantasmal volvió con
fuerza,
incluyendo actividad poltergeist y las apariciones de Paula,…
además,
los gatos volvieron a ser liquidados por la infame “puerta de
la
muerte”. En 1989, The Miami Herald nombró a Villa Paula como la casa
más
embrujada de Miami. A principios de los 90, la mansión ya no era
una residencia
privada, convirtiéndose en el consultorio de un doctor,
hasta la fecha; esto
deja a la Villa en poder de sus habitantes
fantasmales durante las horas de la
noche, lo que al parecer ha sido
un cambio bienvenido por los espectros que
moran en la casa que fuera
el Consulado cubano en
Miami”.
--
Ciro Bianchi
Ross
cbianchi@enet.cu
http://wwwcirobianchi.blogia.com/
http://cbianchiross.blogia.com/
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