viernes, 24 de abril de 2015
MINISTRO OSORIO, POR RE O POR FA, DEBE RENUNCIAR. CASO BICENTENARIO BARCELONA
ELIGIO DAMAS
Pienso que con indulgencia, aunque con rabia, el presidente Maduro habló de unos culpables que por allí no estaban, por el desastre, abandono, estado de ruindad del Hipermercado Bicentenario de Barcelona. Maduro lo supo y creo eso fue el motivo de su mayor disgusto.
Digo “que con indulgencia”, porque si bien es cierto que los ahora detenidos gerentes de la tienda mencionada, sin duda alguna tienen una enorme responsabilidad en lo sucedido, también allí mismo, cerca del presidente Maduro, rodeándole, estaban personajes que tienen también su culpa por negligencia, ineficiencia, indiferencia, hasta ceguera y sordera.
Cuando Maduro habló del lamentable estado del mercado Bicentenario e hizo mención, que ese mismo día, advertido por denuncia de una señora, envió al Ministro Osorio, de cuya gerencia depende el asunto denunciado y se exhibieron unos videos, en los cuales pareciera decirse que era la primera vez que este funcionario allí llegaba y primera noticia que tenía del asunto, me quedé perplejo. Pero aun así, pude percibir por televisión, ese funcionario se sintió por demás incómodo y creí escuchar una tenue voz que decía: ¡trágame tierra! Creo haber advertido en él un profundo deseo de estar en ese momento en cualquier parte y no allí.
La incomodidad de Aristóbulo fue notoria. No supe interpretar el gesto del gobernador; habría que saber muchos pormenores sobre el asunto para juzgarlo, como también al Alcalde Barcelona, quien no estaba cerca del Maduro para el momento. Pero bien sabemos que por omisión también se peca.
El lamentable estado de ese abasto es de vieja data. Comenzó hace tiempo; no mucho después que fue expropiado al consorcio francés, cuando se llamaba Éxito.
El deterioro de las neveras, conservadores o sistema de enfriado comenzó unos cuantos meses atrás, por no decir años, lo que no sería exagerado. El mal servicio, empezando por la higiene del local, los baños y la escasa oferta, carritos inservibles y asquerosos, también se viene arrastrando, como dicen en Cumaná, “desde los tiempos de María Castaña”.
Las denuncias han sido abundantes. Hasta este cronista, en este medio y otros del periodismo impreso, habló del asunto. No porque alguien me contara, sino porque desde antes de pasar a ser propiedad del Estado, era mi sitio preferido para hacer el mercado de mí casa, hasta que se volvió más o menos el desastre que exhibieron en la televisión. Pero pese eso, no había habido hasta ahora, ningún mortal que tomase eso en serio o asumiese el problema de conformidad a su dimensión y por los merecimientos de la gente.
Pero hay algo más grave; en declaraciones dadas por el propio ministro Osorio, se dice que desde agosto se bajaron los recursos para hacer las reparaciones, mejoras que demandaban las circunstancias y al parecer, los encargados aquí de manejar el asunto pararon la obra. ¿En todo ese tiempo que hizo el ministro Osorio? ¿Fue ahora, este miércoles 22 de abril, casi siete u ocho meses después, de haber “bajado los recursos” y porque le envió el presidente por denuncia de una señora, cuando acudió a supervisar una tarea que es de su incumbencia?
Todo el mundo en Barcelona y Puerto La Cruz, sin mencionar las personas que por aquí pasan, sabían del triste, lamentable y mugriento estado de ese mal llamado “Abasto Bicentenario”, desde hace tiempo. Llegó al Estado que está ahora porque la indiferencia y desidia son de muy vieja data.
Pero ¿no lo sabían las autoridades competentes? ¿El gobernador, el ministro Osorio desconocía eso?
Supongamos que el ministro Osorio no lo sabía. Se enteró esa mañana del miércoles porque le mandó el presidente por la denuncia de una ciudadana. Denuncia de un secreto a voces.
Pero ¿No estaba el ministro obligado a saber de aquello, sobre todo de un asunto tan grave que aquí todo el mundo conocía? El mismo ha dicho que “se bajaron los recursos desde agosto”. ¿No estaba obligado a supervisar el destino de esos recursos? ¿A cuidar que los ciudadanos de Barcelona y su entorno tuviesen a tiempo ese servicio a su disposición que tanta falta hace ante la cruenta guerra económica?
¿Si eso pasó en Barcelona no es factible o viable pensar que lo mismo pudiera estar pasando en otras partes del país?
¿Para qué hacen falta los enemigos?
Esta tarde, desde Cumaná, el presidente anuncia que han sido detenidos los gerentes de la empresa estatal que estamos mencionando. Se les acusa de la responsabilidad de lo acontecido; uno supone que es el no haber cumplido cabalmente en lo de invertir los recursos que les bajaron para poner el abasto en buenas condiciones y al servicio del pueblo; también se dice que vendían fuera las mercancías destinadas a los clientes del negocio que gerenciaban. Siendo así, estaría bien se les aplique la Ley.
Pero también es cierto que la responsabilidad por omisión, ineficiencia de la más alta gerencia, al nivel de ministerio respectivo, es obvia.
Los hechos, exhibidos en televisión, como un ministro aparentemente asombrado viendo aquel desastre y estado deprimente, pese “que los recursos se bajaron desde agosto”, revelan el grado de descuido suyo. Aunque el ministro diga, como parece decir, “yo no sabía nada”, su culpa es inexcusable.
Pero sería bueno que el presidente aprovechase las circunstancias para mandar no al propio Osorio, sino por otros medios y personas, a averiguar el estado de mercales y pdvales, donde campean tristeza y escasez.
En estos casos, en Cumaná hubiésemos dicho “por RE o por FA”, el ministro Osorio, debería pedir disculpa y presentar ipso facto su renuncia.
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Publicado por Eligio Damas para BLOG DE ELIGIO DAMAS el 4/24/2015 05:15:00 a. m.
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