viernes, 7 de febrero de 2014
Un llamado nos llega desde el béisbol: abrirnos al mundo,
ATENCIÓN FRANK
Un llamado nos llega desde el béisbol: abrirnos al mundo
Félix Sautié Mederos
Crónicas cubanas
Con motivo de la actuación de regreso del béisbol cubano a la Serie del Caribe 2014, debo decir que la pelota ha sido siempre un tema central para el pueblo de Cuba. En las buenas y en las malas los cubanos sentimos a la pelota como algo muy nuestro, incluso el lenguaje cotidiano que usamos tiene un talante beisbolero y muchas de nuestras situaciones específicas y sentimientos las expresamos en clave de la pelota, las que todos comprendemos perfectamente sin que haga falta mucha explicación. Nadie puede impedir que el tema de la pelota sea objeto de debate permanente y apasionado en las casas, en los barrios en los parques así como en cuantos lugares haya tránsito de personas. Incluso en la prensa nacional con todas las limitaciones y exclusiones que tiene las que no vienen al caso relatarlas porque ya lo he planteado extensamente en otras crónicas, encontramos que el tema de la pelota sobre todo por la radio y la televisión es objeto de debate e inclusive de polémicas, porque en Cuba la pelota da impulso al ritmo de nuestro corazones y está muy adentro de nuestra nacionalidad. Comprendo que mis palabras son pobres para describir lo que significa la pelota para los cubanos, incluyendo a los que no son amantes del deporte, mucho más en los momentos aciagos que nos plantea la actuación del equipo cubano en la Serie del Caribe 2014 con un único triunfo pobre de resultados contra la novena de Puerto Rico y actuaciones muy decepcionantes en sus enfrentamientos contra los equipos de República Dominicana y México, lo que en definitiva culminó en el último lugar de la Serie 2014 con su no clasificación a los semifinales.
Dada la frustración que se vive a mi alrededor con nuestro deporte nacional en su regreso a la Serie del Caribe, escribiré pues mis sentimientos y percepciones al respecto, sin entrar en las cuestiones técnicas específicas que le corresponden a los especialistas y a los aficionados comprometidos, que son los siguen a sus equipos y se especializan también en los análisis de los resultados debatiéndolos con pasión en las peñas que existen en el territorio nacional. Como consecuencia lógica con todo lo expuesto, el regreso de Cuba a las competencias del Caribe deviene un acontecimiento muy destacado para los cubanos, además de significar la rectificación de algo que nunca debió ser. En este orden de pensamiento, voy a opinar aunque reitero no soy un cronista deportivo, pero sí un cubano comprometido con su pueblo y con su nación, un habanero rellollo seguidor de los Industriales y, por razones de historia personal, del equipo Isla de la Juventud que ayudé a fundar. Ahora no se deben arremeter todas las culpas sobre el equipo de Villa Clara que nos representó y convertirlo en víctima expiatoria de algo que tiene causas de fondo muy profundas que son las que se deben analizar.
Quiero significar que sobre este asunto tan decepcionante aunque tristemente esperado por algunos que lo veíamos venir, en la prensa nacional, con todas sus censuras y limitaciones, se han publicado artículos muy interesantes al respecto de lo sucedido en la Serie del Caribe Isla Margarita 2014 con el equipo Villa Clara que representa al béisbol cubano, que en mi criterio nos plantean pistas muy importantes para un análisis específico del hecho. Cito algunas frases muy descarnadas tomadas de la prensa del martes 4 de febrero 2014:
nos hemos dormido en los laureles. Seamos honestos y reconozcámoslo todos. No importa lo que digan los enemigos
Incluso se publican expresiones muy significativas de algunos fanáticos caribeños en Isla Margarita, lugar del certamen, tales como
parecen juveniles sin experiencia, los veo nerviosos y se ven que son buenos jugadores
¿Qué está pasando con ese equipo?, ni siquiera los veo disfrutar el juego
(1) Mientras que en otro artículo titulado La Isla de las Pesadillas (2) se expresa: Es la oportunidad de abrir definitivamente los ojos y convencernos de que el mundo ha evolucionado tanto como el béisbol
La participación cubana en esta competencia y su desarrollo son las pruebas más irrefutables de las marcadas diferencias entre el béisbol moderno y el que jugamos en nuestra amada tierra
Las frases citadas y los artículos en su conjunto nada desafectos del Sistema, reflejan una realidad muy controvertida. En mi criterio hace años que estamos recibiendo señales y llamados de atención desde los más diversos sectores de nuestra sociedad, que nos expresan a gritos que vivimos en un estado de obsolescencia que se ha generalizado. En este sentido por más que se haya intentado o se intente acallar las voces que lo denuncian, incluso a partir del concepto de matar al mensajero que para algunos es una solución preferida así como el de Plaza Sitiada que ve enemigos por todas partes, día a día aparecen realidades como las del chasco que vivimos en estos momentos con la actuación de regreso a la Serie del Caribe de un equipo cubano de béisbol. En agosto del 2013 publiqué en POR ESTO!, en una crónica, frases que quiero citar al respecto (3) siento quizás con mayor intensidad que vivimos dentro de una obsolescencia sostenida que se hace evidente en los más disímiles ámbitos de nuestra sociedad caribeña insular
La obsolescencia está dañando las esencias básicas de la nación cubana, y la historia no va absolver ni a este mal en sí mismo, ni a quienes lo propugnen y lo sostengan. La obsolescencia es un cáncer social de efectos terminales en el tiempo.
En los resultados de nuestra zafra azucarera, principal rubro de la economía cubana, vemos que ya no somos capaces de producir azúcar con la misma eficiencia y magnitud de siglos atrás. Hemos quedado rezagados de los demás productores de nuestras latitudes y ahora nos asociamos a los brasileños para que nos ayuden; a los vietnamitas los asesoramos en la producción de café, otro rubro tradicional de nuestra economía, y hoy los vietnamitas son uno de los principales exportadores de café del mundo en tanto que Cuba se ha convertido en importadora; y lo que sucede con las nuevas tecnologías de la Información y con el acceso a INTERNET, sobre lo cual he escrito mucho, encontramos que se encuentran profundamente constreñidas por causa de prohibiciones absurdas y durante mucho tiempo han devenido en una de las mayores brechas que nos separa de los demás países del mundo, ya sean desarrollados o no desarrollados, Podría continuar con una verdadera profusión de ejemplos, casi todos mencionados o analizados en mis crónicas cubanas, lo cual sería muy extenso para este artículo.
¿Qué más hace falta que suceda? El que tenga oídos para oír, oiga, tal como se proclama en el Evangelio, porque nuestros problemas no son para mañana, eran para ayer y son para hoy. Abrirnos al mundo y dejar atrás la obsolescencia provocada por concepciones atrasadas y absurdas es de una urgencia ineludible. Así lo pienso y así lo expreso con mis respetos para la opinión diferente y sin querer ofender a nadie en particular.
(
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=33&idTitulo=305380
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