miércoles, 16 de octubre de 2013
NOTICIAS DE CUBA 51
JOSE ANTONIO CAMELLON
¿Qué le falto a la reforma de la actual Política Migratoria en Cuba?
LA NUEVA DINAMICA QUE SE ABRE
Las nuevas regulaciones migratorias, comparadas con las existentes hasta ahora, potencialmente, benefician considerablemente a los cubanos residentes en Cuba. Sería absurdo decir que se trata de simples cambios cosméticos de intención mediática. Son cambios, que aunque no totales, son sustanciales, contentivos de oportunidades para continuar avanzando en la normalización del proceso migratorio desde la perspectiva de la política del país.
Es cierto que aún quedan no pocos pasos para mejorar las relaciones entre el país y su emigración, pero este proceso también avanza, en la misma medida en que los cubanos de la Isla reciben facilidades para su traslado al exterior.
Quedan pendientes algunas cuestiones, sobre los cubanos residentes en el exterior¸ que tienen que ver más con asuntos de los derechos que el país podría otorgar a esos cubanos, que con cuestiones migratorias propiamente dichas. Considero que tales asuntos se refieren a:
- Regulaciones sobre costos de trámites y pasaporte.
- Otras regulaciones que faciliten viajar y permanecer en Cuba.
- Derechos de representatividad en el país.
- Derechos de ciudadanía a los hijos de cubanos nacidos en el exterior.
- Derecho a votar en las elecciones nacionales.
- Derecho a la repatriación y a la reunificación en Cuba.
- Derecho a jubilarse en Cuba.
Hay que continuar avanzando por normalizar lo más posible las relaciones de Cuba con su emigración. Ahora ayudados por un conjunto de regulaciones que contribuirán a dinamizar el proceso. Generando respuestas por medio de los consulados sobre los problemas concretos de los cubanos donde quiera que estos se encuentren.
Si nos proponemos que las relaciones entre el país y su emigración avancen tenemos también que orientar nuestros pasos en las direcciones siguientes:
-Se deben adoptar medidas que faciliten los trámites migratorios, tanto en su costo como en la agilidad de los mismos.
-Hay que acelerar todo lo posible el proceso de repatriación de los que desean volver al país.
-No es posible menospreciar los pequeños capitales que puedan contribuir a levantar la empresa familiar ya existente. Incluso dando facilidades aduaneras. Pues las medidas que la aduana cubana adopta ahora parecen leoninas e irreales.
-hay que acoger a los hijos de emigrados en las escuelas cubanas.
-hay que facilitar los estudios universitarios a los hijos de emigrados en Cuba.
-hay que facilitar servicios médicos compitiendo con los altos costos de Estados Unidos.
-Hay que tratar de generar alguna forma de turismo cubano-americano.
-Se deben generar estudios de postgrado, maestrías, doctorados, con estudiantes cubano-americanos.
-Cuba debe avanzar hacia la búsqueda de la “emigración circular”, es decir, hacia la alternativa de vivir dentro y fuera del país al mismo tiempo.
-Las conferencias entre el gobierno cubano y la emigración deben regularizarse sobre la base de agendas concretas y chequeos de su avance.
La nueva política migratoria, auspiciada por el Decreto-Ley No. 32, genera un tipo de emigrante mas acorde con las necesidades políticas y económicas del país, pero si no la atendemos como es debido en el exterior podrían producirse retrocesos. Pues no se trata de una emigración apolítica y simplemente obediente como algunos piensan. Sino un tipo de emigración que hacia el futuro dispondrá de mecanismos e instrumentos para ser más exigente con su país de origen.
Sin dudas las medidas ahora adoptadas por Cuba, contribuyen a estabilizar y ampliar las relaciones entre Cuba y su emigración. Por cuanto, las nuevas regulaciones, hacen que desde Cuba emigren ahora ciudadanos cuyo status se diferencia sustancialmente de las situaciones en que salieron de Cuba las primeras oleadas migratorias. En la misma medida en que las actuales regulaciones, que serán puestas en práctica a partir de enero del 2013, varían sustancialmente la forma también en que pueden relacionarse con el país, los cubanos que a partir de ahora emigraran de Cuba. Lo cual tendrá un impacto muy importante en los anteriores emigrados, dado que comenzaran a llegar otros, cuyas relaciones con su país de origen ya quedaran preestablecidas antes de la partida. Lo cual hacia el futuro servirá para acelerar el cambio que respecto a Cuba ya se venía produciendo en la emigración actual. Por lo que es posible preguntarse ¿Como será la emigración cubana, particularmente, hacia los Estados Unidos en los próximos 30 a 40 años? Sin dudas será muy diferente de la actual. Dejando de ser ya paulatinamente un problema para Cuba, lo será crecientemente para Estados Unidos. ¿Retornaremos a la época en que La Florida era parte de Cuba?
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