miércoles, 18 de septiembre de 2013
INFORMA : JOSE ANTONIO CAMELLON
Las cenizas del secado de arroz que se derivan de la quema de la cáscara en la Unidad Empresarial de Base Ángel Montejo, de Sancti Spíritus, comenzarán a utilizarse a mayor escala en la industria básica cubana como cobertura de alto horno, comercialización que contribuirá a la sustitución de importaciones de esa materia prima de elevado costo en el mercado exterior.
El pasado año de forma experimental comenzaron la entrega de ese residuo a la industria Antillana de Acero, ubicada en las cercanías de La Habana, y dada la aceptación de la materia prima se proponen estabilizar el envío de esas cenizas para su empleo en altos hornos de ese gigante de la siderurgia nacional.
Humberto Gómez Valdivia, jefe de Mantenimiento de la planta espirituana, detalló que a partir de la introducción del secado de arroz en el molino Ángel Montejo, la adaptación tecnológica para ese proceso contempló la utilización de la cáscara de arroz como combustible, convirtiéndose en la única planta de este tipo en Cuba que hace ese procesamiento con los residuos del molinado, eslabón de donde salen las cenizas a comercializarse ahora en la industria básica.
“Este año tenemos contratos para suministrar la ceniza a costos inferiores a como se cotiza en el mercado internacional, por lo que haberle encontrado uso a ese residuo tiene un impacto económico y también ambiental”, afirma Humberto Gómez.
La industria Ángel Montejo tiene planificado secar en la actual etapa pico de la cosecha unas 3 000 toneladas de arroz húmedo y ahorrar mediante la quema de la cáscara cerca de 40 toneladas de diésel; en tanto que lograr la quema controlada en el horno evita el esparcimiento a la atmósfera de los dañinos residuos de esa combustión.
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