El impulso del cambio
Por Lorenzo Gonzalo, 23 de mayo del 2013
La situación en Cuba parece compleja, especialmente para quienes no conocen en detalles las interioridades y dinámica de un proceso revolucionario que se estrena sin referencias, ni respuestas exactas para lograr sus propósitos.
Ahora resulta que desde hace unos meses salió al exterior la señora Yoani Sánchez, una persona que ha hecho buen negocio por criticar al gobierno cubano desde Cuba, donde vive holgadamente y donde según la señora, las autoridades la maltratan y le hacen la vida difícil.
Al parecer lo que las autoridades hacen es no permitirle hacer cosas prohibidas por las leyes vigentes y en oportunidades la defienden de cierta ira ciudadana quienes, a diferencia de otros países pueden realizar dentro de las barriadas, funciones que solamente son usualmente permitidas a las fuerzas del orden público.
Son muchos quienes dicen cosas desde Cuba, criticando al gobierno. Pero la señora Sánchez tiene la facilidad de que está en un bando llamado disidentes.
Es un título oficioso creado por la prensa internacional, cuyo origen se remonta al surgimiento en Rusia, de aquellas personas que, sin renunciar al socialismo o las ideas de Kart Marx, enfrentaban regulaciones, leyes y prácticas del gobierno soviético.
Con el desarrollo de la tecnología Yoani mutó de disidente a bloguera, un término de los nuevos tiempos donde cualquier pelagatos puede abrir una página en las ondas virtuales de ese gran adelanto de las comunicaciones que tiene como contraparte negativa, convencer a legos y tontos de ser médicos, ingenieros, políticos, economista, sociólogos y cuantas cosas se les ocurra ser.
Ahora resulta que para ser médicos ya no es necesario tener la academia, ni asistir a la universidad, solamente hace falta tener acceso a Google.
Pero bueno, volviendo al tema tenemos que decir que muchos otros participan de las posiciones de la señora Sánchez, la cual desde la perspectiva de algunos como Coco Fariñas, alguien de provincias que también ha engrosado las filas de esta disidencia, considera a la señora como una “vaca sagrada” y se queja de que su “movimiento”, formado solamente por Coco, parece “no tener mucha cabida en La Habana”.
No hay realmente una divergencia de propósitos en las corrientes representadas por esta disidencia. Generalmente los movimientos que se enfrentan a un estado político tienen mucho en común y las diferencias surgen cuando una línea determinada ocupa el Poder. Entonces, desde la nueva posición estigmatiza con diversos adjetivos al contrario para eliminarlo políticamente y quedar así en libertad de actuar con impunidad y quizás eventualmente, llevados por las nuevas circunstancias es posible que surjan diferencias sustanciales entre las partes.
Así ocurre siempre en el río revuelto de las insurrecciones, sean estas revolucionarias o reaccionarias. Pero por el momento estas pocas personas, donde Yoaní (haciendo uso de un viejo refrán) parece ser la que se ha llevado “el mono al agua”, continuarán recibiendo buenos financiamientos que les permitirán continuar disfrutando de fabulosos viajes y complacientes comparecencias.
No todos las partes los aceptan, especialmente los antiguos representantes del llamado “exilio histórico”. Pero esto ya está calculado.
Estados Unidos desde su Departamento de Estado, conoce con precisión las cosas que van a suceder y precisamente conciente del mimetismo camaleónico de quienes gustan recibir aplausos del público y sobre todo compensaciones financieras, los deja correr y los integra lentamente al nuevo muñeco que cambiará la política hacia Cuba, aunque todavía no conocemos en qué dirección exactamente piensan cambiarla.
Las antiguas fuerzas radicadas en Miami se los tienen que tragar, inclusive se ven obligados a darles dinero, lo cual no les viene mal, aunque en definitiva las grandes sumas provendrán de instituciones internacionales diversas, como el Premio Sajarov, periódicos que reciben subterráneas ayudas y las múltiples filiales de ese gran negocio que se llama “la lucha por los derechos humanos”. Por esas vías la USAID y otros aparatos de la inteligencia estadounidense, canalizan sumas apreciables.
Lo que está ocurriendo contradice la propaganda que existiera hasta hace poco tiempo diciendo que Cuba no tenía más remedio que silenciar a estas personas.
Es cierto que así ha sido hasta hace unos años, pero sin dudas que las cosas han cambiado y contradictoriamente Cuba ha continuado un proceso de cambios estructurales, prácticos y conceptuales, que en la época de los dogmatismos soviéticos eran inconcebible.
Quizás la salida de Yoani al exterior y de otros muchos, cada cual manifestando opiniones diversas respecto al embargo y otros asuntos, despeje la complejidad cubana que los menos informados le atañen. Sin dudas que estas variantes estimulará en ellos una nueva visión.
Las cosas están cambiando y parece ser que el impulso viene de Washington. Esperar para ver.
Así lo veo y así lo digo.
Hay muchos que lo ven de igual modo pero no quieren decirlo o no pueden o no se atreven.
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