ATENCIÓN FRANK
Conversaciones con un amigo de la nueva izquierda cubana
Félix Sautié Mederos
Crónicas Cubanas
Aquel planteamiento bíblico del Nuevo Testamento que he citado algunas veces, de amontonar tesoros en el cielo donde no hay polilla ni herrumbre que lo corroan, ni ladrones que lo socaven y roben (Mateo 6, 19 al 21) en mi hermenéutica personal considero que mucho tiene que ver también con la amistad que nos ofrecen los amigos verdaderos, la que de conjunto forma parte del tesoro del espíritu que podemos acumular durante nuestra vida terrena. Los amigos constituyen una verdadera riqueza espiritual a la que le canta José Martí en uno de sus versos sencillos cuando expresa que en el monte seco y pardo tiene el leopardo su abrigo, pero que él tiene más que el leopardo porque tiene un buen amigo. Los amigos los escogemos libremente, nadie nos los impone ni vienen predeterminados por la naturaleza como sucede con la familia y especialmente con los hermanos. Los amigos, pues, constituyen quizás una de nuestras más importantes riquezas sociales cuya acumulación depende del ejercicio de nuestro libre albedrío y de nuestra voluntad.
Durante mi ya larga existencia he podido acumular muy buenos amigos, aún más allá de los ámbitos propios de la generación a la que pertenezco por haber nacido en 1938, he conseguido tener amigos jóvenes y de mayor edad, incluyendo a condiscípulos y ex alumnos de mis épocas de estudiante y de profesor, algunos muy asiduos al debate interpersonal y a los análisis de conjunto. El mundo de hoy con sus recursos técnicos de comunicación social abre muchas posibilidades para la amistad.
Recientemente recibí una ya habitual visita de un amigo; con el comparto ideas políticas, sociales, económicas, religiosas y macro ecuménicas en su condición de feligrés de la Iglesia Ortodoxa y de la católica por mi parte. Precisamente estas filiaciones, puedo afirmar que nos unen en nuestras concepciones evangélicas compartidas y nos inclinan hacia posicionamientos políticos y sociales dentro de las nuevas izquierdas de Cuba, Latinoamérica y del mundo en general.
Me pareció interesante escribir esta crónica sobre la conversaciones que sostuvimos en la víspera de la Pascua Ortodoxa, algunas horas antes de la vigilia pascual a la que mi amigo se aprestaba a participar en el hermoso templo habanero de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Quizás nuestro encuentro fue providencial y estuvo enriquecido por el Espíritu de Dios que se manifiesta cada vez que nos reunimos en su nombre tal y como nos anunció Jesús de Nazaret afirmándonos que estaría presente junto a nosotros. Me refiero a cuestiones de fe, de mística y de espiritualidad cristiana que muchos, incluso amigos, no comparten, a quienes respeto en sus concepciones e ideas al respecto, pero que en honor a la veracidad de mi crónica sobre el diálogo sostenido no puedo obviar ni mucho menos ocultar, principalmente la atmósfera y el ambiente de nuestra conversación porque sería verdaderamente vergonzante. Por tanto pido disculpas a los que no lo compartan o no lo puedan entender, la vida es muy compleja y siempre deberíamos aceptarla en su complejidad con respeto a nuestros derechos que terminan y comienzan en donde comienzan y terminan los de los demás, parafraseando a Don Benito Juárez.
No me corresponde expresar los criterios planteados por mi amigo y lo que pretendo hacer es relatar algunas de las cuestiones esenciales de mis ideas, conceptos y consideraciones personales aportadas o desprendidas dentro del diálogo a que me estoy refiriendo.
Comienzo por decir que precisamente algo que se encuentra en peligro de extinción es la conversación y el diálogo intersubjetivo, dado la agitada vida que llevamos y muy especialmente lo complicado que se está convirtiendo la subsistencia en el mundo hoy de lo que Cuba no es una excepción tal y como algunos se esfuerzan en presentárnosla, lo digo así porque concuerdo que tenemos características muy específicas pero que también comportan complejidades, dificultades y problemas que no podríamos dejar de reconocer.
Conversar, intercambiar ideas, tener criterios sobre la realidad en que estamos insertados, ejercer el análisis crítico y el derecho de opinar así como a no estar de acuerdo, todo lo cual ha sido muchas veces criminalizado por la burocracia política en ejercicio de su habitual dogmatismo, constituyen valores que estamos en la obligación de salvaguardar priorizadamente para que el pensamiento no se pierda en medio de los esquemas y de los pragmatismos que pujan por tomar el control absoluto de nuestra sociedad sin distingo de latitudes.
Cuando se analiza la realidad en que estamos insertados los cubanos que residimos en el territorio nacional, encontramos que el sistema establecido se encuentra en una orfandad teórica muy preocupante porque se mueve dentro de un conjunto de esfuerzos y proyecciones caracterizadas por el pragmatismo y por una gran falta de organicidad que incluso determina que unos propósitos y proyectos se anulen por causa de otros de similar origen, lo que crea contradicciones de contenido y forma que entorpecen los resultados que deberían alcanzarse. En esta situación ha influido de manera determinante la sistemática criminalización del pensamiento crítico y de toda concepción que no coincida con los criterios oficialistas, lo que por su reiteración sistemática ha creado un vacío en el imprescindible diálogo teórico y práctico intersubjetivo que tanto necesita la sociedad. Una señal externa muy significativa al respecto pudiera ser, en mi opinión, el tratamiento frío y poco destacado, por denominarlo de alguna forma, desde el punto de vista oficial que se le otorgó al deceso de quien considero quizás uno de los más importantes humanistas y pensadores dentro del sistema. Me refiero a Alfredo Guevara a quien estimé y respeté durante toda su vida.
Quizás más adelante continúe expresando otras consideraciones personales desprendidas de este intercambio; pero lo más importante del hecho es la necesidad de pensar y el derecho a hacerlo. Así lo pienso y así lo afirmo con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular. fsautie@yahoo.com
Publicado en Por Esto! el domingo 12 de mayo 2013.
No hay comentarios:
Publicar un comentario