Insuficiencias técnicas, operativas y materiales de la prensa cubana
Félix Sautié Mederos
Crónicas cubanas
Insuficiencias técnicas, operativas y materiales de la prensa cubana
(VI y final)
En resumen y como una especie de recapitulación de todo lo que planteado en las 5 crónicas publicadas en POR ESTO! comentando el dossier de la Revista católica Espacio Laical “Propuestas para la refundación de la prensa cubana” puedo decir que sin pretender ser exhaustivo he expresado un grupo de consideraciones, que aunque no son las únicas que podría exponer porque el tema es muy amplio e importante, las considero esenciales en cuanto a su carácter conceptual e incluso práctico operativo. Muchas de las situaciones expuestas en mis artículos al respecto lastran el normal desenvolvimiento de nuestra prensa local, la que por días se hace más gris y aburrida así como con muy poca interrelación con el pueblo, dada la generalizada pérdida de interés que motivan su contenido y formas de expresión.
No me considero el dueño de la verdad ni mucho menos, pero pienso que tengo vivencias básicas acumuladas durante casi 50 años de ejercicio de la profesión, que me permiten opinar con conocimiento de causa y con las huellas visibles de múltiples arañazos, por decirlo de una forma más elegante. Estas huellas de arañazos han sido motivo de angustias y frustraciones que quisiera convertirlas en propuestas constructivas que coadyuven a salir del estancamiento en que se encuentra la interrelación periodista – público; órgano de prensa- público.
Considero que este estancamiento, por mucho que se esfuercen algunos en negarlo y en echarle la culpa a los daños directos y colaterales que produce el Bloqueo, pone a nuestra prensa al borde del precipicio, parafraseando una expresión planteada por el Presidente Raúl Castro al respecto de las situaciones que afronta el proceso sociopolítico cubano de las cuales la prensa no es una excepción ni mucho menos.
Sé que habrá quienes me digan y algunos ya lo han hecho, que la frase del Presidente Raúl Castro que tanto uso en mis análisis sobre el contexto y las situaciones políticas, económicas y sociales de Cuba, está referida específicamente solo al contexto económico. Quiero en cambio dejar constancias que aunque sus planteamientos pudieran tener algo de razón si los problemas de Cuba se enfocaran con el sentido reduccionista muy al uso dentro de nuestro contexto político actual, que parte de concebir que solo la economía requiere actualización, reformas y cambios radicales; esos criterios en mi opinión se originan en concepciones muy limitadas y principalmente detenidas en el tiempo. Además niegan de manera artificial e inculta la profunda interrelación que existe entre la política y la economía que se desenvuelven en el tiempo y en el espacio dentro de la sociedad y que no pueden plantearse racionalmente para unas cosas sí y para otras no.
Los problemas de la prensa en Cuba de conjunto tienen un impacto generalizado sobre el contexto general de la nación en todas sus dimensiones espirituales, culturales, políticas y económicas que devienen elementos esenciales de un conjunto estrechamente interrelacionado que afecta a la población integralmente.
Finalmente, no quiero terminar por el momento mi análisis sobre el dossier de Espacio Laical, sin referirme a un factor muy importante y dañino para la prensa cubana de conjunto, que son los conceptos de centralización a ultranza que diluyen la responsabilidad de los directores de órganos masivos y entorpecen todo su desenvolvimiento institucional y operativo. Por ejemplo la centralización de los órganos de prensa nacional en un único combinado de impresión que se les escapa de su atención y desenvolvimiento. Poco pueden decidir sobre la producción material de su órgano de prensa envueltos como están actualmente en una complicada madeja burocrática que acentúa el desfase general en que se desenvuelven.
Así lo pienso y así lo afirmo con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular.
Publicado en Por Esto! el martes 26 de marzo del 2013.
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