lunes, 26 de noviembre de 2012

POR LA NO VIOLENCIA EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA

 
el lunes 26 nov. 2012
 
Nota: los invito a visitar mi página WEB http://www.cuba-spd.com/#

Por la no violencia en cualquier circunstancia
 
 
Félix Sautié Mederos

Crónicas cubanas
 
 
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Mateo 5,9.
 
 
Aunque parezcan conceptos no relacionados, la violencia, la crítica y el consenso necesario para el equilibrio de la sociedad, pueden ocasionalmente entrar en una alineación interactiva tal y como sucede con los planetas cuando se alinean unos con otros en su recorrido alrededor del sol. Entonces el sol y los planetas interactúan de acuerdo con los principios básicos de la gravitación universal, la acción y la reacción así como del movimiento o dialéctica del universo. Esas interacciones responden por tanto a las leyes fundamentales de la naturaleza que son ciegas; mientras que en el símil a que me refiero interactúan dramáticamente conforme al ejercicio de la voluntad, el libre albedrío y los intereses de los seres humanos. Lo decisivo en esos alineamientos sociales será por tanto las acciones de las personas, así como el desenvolvimiento de una gobernabilidad que asegure pacíficamente el orden, la justicia, los derechos humanos y la paz.

Las consecuencias y los resultados en unos y en otros alineamientos siempre devienen impactos significativos; pero en los que se ejercen movidos por el arbitrio de la voluntad pueden ser además ocasionalmente devastadores, si no se tienen en cuenta el respeto por la ética, los derechos inalienables de las personas y los principios básicos del amor del prójimo como a uno mismo, concepto esencial de la vida del que no puedo desentenderme porque soy cristiano y porque propugno el socialismo participativo y democrático que se aparta del autoritarismo así como de las centralizaciones verticales. Y, que además concibe, el desenvolvimiento y el desarrollo horizontal en la sociedad a partir de la más libre participación de las personas así como del respeto irrestricto por las diferencias individuales y la diversidad del pensamiento. Todos estos elementos esenciales para alcanzar la concordia, la equidad distributiva, la justicia social y la paz.
En las actuales situaciones socio-políticas y económicas de Cuba, percibo expresiones extemporáneas de violencia que se intensifican y nos acechan en detrimento de la necesidad de alcanzar un consenso social básico que respete a las diferencias, las diversidades y a los pensamientos distintos, para de conjunto avanzar hacia un presente y un futuro de desarrollo en paz y concordia que tanto necesitamos. Los que optan por la violencia, ya sea a favor o en contra del sistema sociopolítico establecido en el país, deberían tomar muy en consideración que un peligro adicional, además de sus estragos directos, que se presenta por causa de la violencia cuando se ejerce, es que los rencores provocados se conviertan en odios, en tanto que los odios mueven hacia el desenfreno y las pasiones que de conjunto nos precipitan a los enfrentamientos fratricidas, todo lo cual es contradictorio con el humanismo que proclamamos desde las posiciones progresistas y de izquierda. Humanismo con violencia se anula en sus esencias.

Depender de la fuerza y de la violencia es efímero, porque ponen en crisis la paz social, conducen al caos y nos inclinan hacia el borde del abismo. En cualquier situación socio económica y política, el uso de la fuerza y de la violencia en detrimento de la razón para imponer criterios, no constituyen soluciones aceptables para las contradicciones subsistentes en nuestra sociedad y mucho menos se pueden justificar como actuaciones propias de los conceptos socialistas verdaderos. En cualquier circunstancia lo empeoran todo, porque sólo el razonamiento y el diálogo pacifico pueden alcanzar resultados positivos y aceptables para las partes que entren en conflicto; los que más poder y recursos tienen deben de ser los más consecuentes con la no violencia y con la búsqueda de la concordia y la paz ciudadana. Es imprescindible que las palabras coincidan con los hechos.

Es rigurosamente cierto que vivimos situaciones muy complejas en el plano mundial, de las que Cuba con sus características propias no es una excepción. En todas las circunstancias y coyunturas los momentos más complejos y de inflexión, requieren ineludiblemente de la tolerancia, la concertación; y, sobre todo, de una radical consecuencia con la ética así como con los principios de la paz y la justicia social. En este sentido, lo que es válido para el exterior y se exige que se cumpla por las naciones poderosas y agresivas, lo es también en lo interno, porque lo contrario dañaría la concordia, desarticularía la confianza, disminuiría la credibilidad y desequilibraría la gobernabilidad. Se convertirían pues, en hechos que afectan dañinamente al conjunto de la sociedad por acumulación, con efectos primarios y secundarios que siempre son nocivos para el pueblo en general y muy especialmente para los más desvalidos. Incluso también para los mismos que ejercen la fuerza y la violencia por encima de la razón y de la búsqueda del consenso en pro de un pacto social que facilite el desarrollo y la paz; porque como expresó José Martí: “… ¡La mordaza que se pone en la boca ajena se vuelve esposas para las propias manos!” (1) El ejercicio de la libertad fortifica” (2) y “La libertad ha de ser una práctica constante para que no degenere en una fórmula banal” (3)”

En consecuencia, el ejercicio de la no violencia, el respeto por la integridad de las personas así como por sus derechos inalienables, el amor y la unión de las familias, constituyen condiciones básicas para el desenvolvimiento de la sociedad sin distingo alguno por causa de ideologías, opiniones o credos; y, no deberían ser violados bajo ninguna circunstancia ni coyuntura, porque cuando se transgreden se pierde la razón y la credibilidad por parte de quienes lo hacen; y, además, se dañan sensiblemente las ideas que se enarbolan como justificación para transgredirlos por muy justas que pudieran ser. Así lo pienso en concordancia con mi conciencia y así lo afirmo con mi respeto por las opiniones diferentes.
fsautie@yahoo.com
 
Notas

(1) Cartas de Martí. La Nación Buenos Aires, 29 de septiembre de 1887, t 11 página 269
(2)Escenas Mexicanas, Revista Universal, México, 19 de julio de 1875, t, 6, página 267.
(3)Cartas de Martí. La Nación Buenos Aires, 18 de marzo de 1883, t 9 página 340
        
 
Publicado en Por esto! el lunes 26 de noviembre del 2012.
 
 

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