ELIGIO DAMAS
Hoy arranca la campaña electoral por las gobernaciones. En Anzoátegui, lo hacemos con la candidatura de Aristóbulo Isturiz. La nuestra es una región de enorme potencial y al mismo tiempo donde la deuda social todavía sigue siendo alta. Por lo estratégico del Estado, dentro del marco de la política y economía venezolanas, el presidente Chávez ha querido que en esta etapa, cuando también se aspira fortalecer el Poder Comunal y Popular, sea Aristóbulo quien asuma la conducción al frente de la gobernación.
Como dijo alguien, el gobierno para tener éxito en hacer la nuestra una sociedad de justicia, sustancialmente productiva y firme, debe ampliar su base de sustentación. Encontrarse cada vez con más gente, sectores en capacidad y disposición de prestar su respaldo al logro de los objetivos de la revolución.
No hay en Venezuela cinco millones y un poco más de oligarcas. Tampoco son muchos quienes aspiran engullirse ellos solitos el ingreso nacional y sobre todo la renta petrolero. Esos son pocos.
Sólo que son muchos quienes andan en malas compañías o se ubican mal, por efectos de una propaganda alienante, disparada por distintos medios y una deficiencia del sector revolucionario en la tarea de contrarrestar aquella hasta alocada andanada.
Las prédicas de “nos quitarán los muchachitos”, “con mis hijos no te metas”, también me arrebatarán “la carnicería, “de dos me quitarán uno”, “horror al comunismo” y cuanta necesidad se le ocurra a la propaganda enemiga, parecieran todavía tener éxito, pese al tiempo transcurrido.
Aún cuando el gobierno ha defendido a las clases medias contra los voraces intereses bancarios, como la llamada cuota mejicana, que más bien parece gringa, ampliar al infinito el cupo universitario, con la actual política de vivienda, fortalecer y ampliar la propiedad y tantas cosas que podrían llenar todo este espacio y quedaría mucho por fuera, en aquellas todavía parece anidar miedo y desconfianza.
¿Cómo entender que del lado opositor al proyecto revolucionario, todavía encontremos un buen y hasta abultado número de pobres, gente que de aquel bando nada puede esperar porque nada tiene por ofrecerle?
Eficiencia, productividad, crecimiento y Poder Popular son las bases para que el proceso revolucionario alcance el afecto y la comprensión de la gente alienada o confundida y de aquellos a quienes se les han llamado “clases medias productivas”.
Eso, eficiencia y poder popular, son las ideas básicas de lo que sería un gobierno de Aristóbulo Isturiz. No se trata de disponer por encima de lo dispuesto en la Carta Magna, sino el desarrollo de estructuras de poder que permitan agilizar al aparato del Estado y poner al pueblo, en un acto democrático inobjetable, a asumir sus problemas, planificar sus soluciones y manejar los recursos que por derecho le corresponden. Que la agente sienta que su reclamo, anhelo son prontamente atendidos y hasta parte de la solución a lo que le afecta
La vieja idea descentralizadora, esa que parieron para nosotros los organismos internacionales y adaptó la COPRE, no descentraliza nada. Por el contrario fortalecía unas instancias de poder, donde políticos y empresarios adeptos que se bajaban de la mula, se repartían la cochina o el botín.
La nueva concepción descentralizadora y democrática es la que Chávez promueve. La creación de Consejos y Estados Comunales que, sin borrar de la constitución los poderes existentes, vayan abriendo formas para una más racional, segura y efectiva administración de los recursos. Pero, al mismo tiempo, asegure que estos lleguen efectivamente adonde están destinados y hacen falta.
No se trata de eliminar Gobernaciones y Alcaldías, ellas están en la Constitución y en ésta, la forma para que en última instancia, el pueblo decida la organización que crea necesario tomar. No se trata de destruir, pero tampoco ponerle trabas al cambio.
De lo que se trata es de promover nuevas instancias para “aplanar” el aparato estatal, eliminar alcabalas y la burocracia intermedia que entumece, paraliza y hasta engulle con voracidad.
Los viejos políticos, quienes se esconden en la MUD, defienden la antigua manera de gobernar y administrar porque para ellos, si los reales llegan, como los ríos tributarios, a uno padre, grande, que recibe y recibe sin control, hasta les crece la barriga o se desbordan las márgenes, mejor para esconder y seguir mandando abrir cuentas por allá. Hasta los peces en ribazón hacen desaparecer porque esconden. Pero el Comandante, oyendo la voz y reclamo popular, ese estado de cosas quiere cambiar y eso està en el proyecto bolivariano. Aristóbulo, en Anzoátegui, tiene el mandato en esta nueva etapa, hacer avanzar el Poder Comunal y Popular. Llegó la hora de hacerlo, justamente en esta hora, cuando parecen abrirse “las grandes alamedas”; por eso el presidente Chávez ha convalidado la candidatura de Aristóbulo, considerándole apropiado para emprender esa tarea nueva.
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Publicado por Eligio Damas para BLOG DE ELIGIO DAMAS el 11/01/2012 05:29:00 a.m.
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