SPD-113
No. 113 (35/año 4). La Habana, 12-Agosto/2012
“Se reconoce a los ciudadanos libertad de palabra y prensa conforme a los fines de la sociedad socialista”.
Art. 53 de la Constitución
Boletín por un socialismo más participativo y democrático.
Artículos, notas, reseñas, publicaciones de interés.
Los autores son los responsables de sus escritos.
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Recopilación de Pedro Campos. CE perucho1949@yahoo.es
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ÍNDICE
El reto de la intelectualidad
Por Esteban Morales Domínguez
Es cínica la doble política antiterrorista de EEUU contra Cuba
De nuevo el gobierno de Obama incluyó a Cuba en su lista de países que patrocinan el terrorismo internacional, mientras colabora con su gobierno en esa materia
Por Pedro Campos
Los Protectores de la Fe
La necesidad de información es de todos…
Félix Sautié Mederos
CONTENIDO
El reto de la intelectualidad
Por Esteban Morales Domínguez
Tomado de su blog de fecha 2 de agosto de 2012.
En abril del 2010, escribí que la corrupción era el reto más difícil y peligroso que debíamos enfrentar. Un problema de seguridad nacional.
Hoy queremos alertar sobre la importancia que adopta la intelectualidad en medio de las circunstancias que vive el país.
Ya explicábamos en un reciente artículo que la ciencia es una forma de poder. Por lo que no debemos descuidar su dinámica y mucho menos tratarla con mecanismos antidemocráticos.
Cuba es el único país de este hemisferio que no tiene analfabetos, que cuenta con un nivel medio de escolaridad que es el más alto de la región, incluyendo Estados Unidos y Canadá.
Como si fuera poco, casi más de un 10% de su población cuenta con título universitario y posee “un capital humano” con un grado de penetración en el campo de la actividad científica, envidiable para cualquier país.1 [1- En otros artículos nos hemos referido a que estas ventajas, encierran para Cuba el reto de cómo mantenerlas. Fenómeno dentro del cual la eficiencia y flexibilidad de la política migratoria desempeñan un papel fundamental. Ver: Moncada-Lectores del Mundo, del Autor, “El suicidio de la Migración ”.]
Es decir, el país, cuenta con un potencial extraordinario, si es capaz de utilizarlo para impulsar las tareas que debe desplegar para el cambio del modelo económico y lo que es más complejo aun, para hacer corresponder ese cambio con la dinámica social y el cambio de mentalidad que le correspondería. Dentro de esta dinámica, las Ciencias Sociales y Humanísticas son las llamadas a desempeñar el papel fundamental, junto al trabajo cultural, por ser los que más próximos se encuentran de la política.
Sin embargo, se están produciendo fenómenos que perjudican sobremanera, el papel de esas ciencias y del trabajo cultural dentro de la dinámica social del país. Entre ellos:
-Nuestra Prensa, con una actitud de desconfianza, sectaria y exclusivista, por lo general, excluye a la intelectualidad de sus páginas, desplazando sus producciones hacia medios alternativos, digamos la intranet e internet, a la que solo tienen acceso menos de un 10% de nuestra población. Hablando en términos de la dinámica informativa diaria, que es la más compleja, pues determina las coyunturas políticas en que el país día a día se debe desenvolver.
- La relación entre política y ciencia es muy débil aún. Observándose claramente una gran intolerancia ante todo aquello que se escribe, con matices críticos, o que se sale de las normas trazadas.2 [2- Ver del Autor “Ciencia y Política: un dúo complejo”, Blog personal.]
-Se dificulta fuertemente el acceso a la información sobre temas sensibles, permitiendo que nuestra intelectualidad revolucionaria quede en desventaja dentro del debate que tiene lugar en los medios extranjeros, la prensa, internet y la academia fuera de Cuba.
-Se promueve la crítica (Raúl Castro la ha promovido explícitamente) pero al mismo tiempo se frena. Pareciendo que hay dos políticas, la que promueve nuestro Presidente y la que una burocracia asentada en el poder despliega, aun a contrapelo de la orientación más general.3 [3- Cuento con una experiencia personal al respecto, que se encuentra muy bien reflejada en mi blog.]
- Se despliegan iniciativas que han hecho surgir centros de debate de nuestra realidad, dígase: Espacio Laical, revista Temas, Cofradía de la Negritud , Observatorio Crítico, revista Criterio, UNEAC, etcétera. Pero no se observa que la dirección ideológica del país promueva una relación con estos centros, ni que aproveche sus resultados. Sino que parece más bien que estos existen a pesar de no ser del agrado de la Dirección Política. Por lo que estos debates parecen realizarse en medio de un cierto ambiente ambiguo de tolerancia y clandestinaje.
-La televisión tampoco utiliza de manera suficiente el potencial de que dispone dentro de la intelectualidad, para debatir y esclarecer los temas de mayor interés de la población. Sobre todo si son internos. Tales temas circulan boca a boca, dentro de la Isla , pero en la práctica se los regalamos a la prensa extranjera, permitiéndole especular con ellos y dominar la información que llega a la población. Asuntos tales como: ¿Qué ha ocurrido con el cable?, ¿La dinámica de la corrupción? Y otros. Por lo que en medio de la extraordinaria lucha ideológica que se libra hoy, quedamos en desventaja para que nuestra población nos acompañe.
Es decir, las relaciones entre las Ciencias Sociales y Humanísticas, cultura y política aún no funcionan, para hacer de ese mecanismo, lo que de hecho puede ser un formidable instrumento de trabajo para hacer avanzar las tareas que el país debe desarrollar, en medio de la que está resultando su más difícil encrucijada de supervivencia. Hoy, aunque la tarea principal es construir el Nuevo Modelo Económico, nuestros retos son también políticos e ideológicos.
Por supuesto, para que el mecanismo de la relación entre política y ciencia funcione adecuadamente son necesarias ciertas condiciones que nosotros aún no alcanzamos en el grado requerido. Entre otras.
-Es necesario que la crítica abierta, como la ha proclamado Raúl Castro, deje de ser algo más que una orientación política y una consigna. Para pasar a convertirse en el modo de existir político.
-Es necesario que cada organización política y de masas, comenzando por el Partido, haga de esa orientación de Raúl Castro, un instrumento permanente de trabajo. Hay quien ha dicho que se pueden hacer críticas pero no al Partido. ¿Cómo entender esto, si el Partido es el máximo dirigente de la sociedad y el Estado?
-La no separación entre Partido, Estado y Gobierno mete en un callejón sin salida el ejercicio de la crítica. Encerrando a la política dentro de un ejercicio que hace imposible su rectificación.
-Es necesario que la población adquiera la confianza de que la crítica oportuna y transparente puede ser efectiva.
-Hay que rechazar el refugio en la mera individualidad y promover todo aquello que permita el ejercicio pleno de la responsabilidad social ante lo mal hecho. Eso significa, transparencia informativa, democracia dentro de las organizaciones, ausencia de impunidad, respeto de la opinión individual aunque esta pueda ser equivocada.
-El cambio de mentalidad debe abarcar fuertemente también el trabajo cultural y a la intelectualidad. Esta última debe sentir que cuenta con la confianza, la más alta valoración de su espíritu creador y de su libertad de creación. De lo contrario, se establece una lucha que concluye apartando a la inmensa mayoría de los intelectuales del camino del socialismo; los que no se apartan, terminan perdiendo su capacidad para arrastrar a los demás.4 [4- El intelectual, o es realmente revolucionario, oponiéndose a la intolerancia, la falta de democracia y el ordeno y mando, o termina siendo un oportunista despreciado por su propio gremio.]
En todos los ex países socialistas de Europa del Este el trabajo político con la cultura y la intelectualidad representaron un reto imposible de superar. Los lastres del estalinismo y una política de los partidos comunistas que resultó insuficiente para eliminarlo, dieron al traste con la posibilidad de que el socialismo sobreviviera. No fueron solo la ineficiencia económica, la improductividad y la corrupción. Fue también la incapacidad de los partidos comunistas para liderar a sus respectivas intelectualidades, las que produjeron el derrumbe espiritual de esas sociedades.
Esteban Morales, destacado intelectual cubano, profesor universitario, presidió durante 18 años el Centro de Estudios sobre Estados Unidos (CESEU) de la Universidad de La Habana y es miembro de numerosas academias cubanas.
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Es cínica la doble política antiterrorista de EEUU contra Cuba
De nuevo el gobierno de Obama incluyó a Cuba en su lista de países que patrocinan el terrorismo internacional, mientras colabora con su gobierno en esa materia
Por Pedro Campos
No es solo falso que el gobierno de Cuba patrocine el “terrorismo internacional”, sino que incluso el ex Presidente James Carter, en su última visita a Cuba, dijo que existía colaboración de inteligencia entre Cuba y EEUU en la lucha contra ese flagelo.
A su vez, todo el mundo sabe que los Cinco cubanos antiterroristas sentenciados injustamente a largas condenas en La Florida, víctimas de los conflictos entre los gobiernos de Cuba y EEUU, cayeron presos, en parte, porque el gobierno cubano envió al estadounidense información de inteligencia sobre las actividades de los grupos terroristas cubanos en su territorio, en un intento por detener los ataques con bombas a instalaciones turísticas cubanas en los años 90´. Dicha información, al parecer, sirvió a la contra inteligencia estadounidense para trabajar contra la red cubana de inteligencia.
Al respecto, no pueden desestimarse, tampoco, los indicios de graves errores operativos en la dirección de la red “Avispa”, luego de la “restructuración” de la Inteligencia Política Cubana, por la Inteligencia y la Contra Inteligencia Militares, en 1989, lo cual puede haber facilitado el trabajo del FBI.
Con la historia de hostilidad entre ambos países, si EEUU creyera seriamente que el gobierno de Cuba auspiciara el terrorismo internacional, muy probablemente suspendiera su colaboración con el mismo en esa y en otras materias de seguridad regional, como el tráfico de narcóticos y de personas.
Entonces ¿Qué hay detrás de esta cínica política del gobierno de Obama, que por una parte colabora con Cuba en materia antiterrorista y por la otra, la incluye en la lista de sus patrocinadores?
Se trata en verdad de una política de doble track, encaminada a justificar la persistencia de las clausulas del bloqueo económico impuesto por EEUU que afectan, fundamentalmente, la capacidad de maniobra económica externa del gobierno cubano.
De esta manera, se trata de impedir al gobierno cubano recibir dinero del intercambio comercial con EEUU, así como financiamiento de otros países y, por esa vía, dejar como escape principal al estado burocrático cubano para buscar solvencia económica, el saqueo de los trabajadores y el pueblo: los altos impuestos a los ingresos de los cubanos que trabajan en el extranjero, prestan asistencia técnica, a los que laboran por cuenta propia y a las remesas; la doble moneda; el mantenimiento de bajos salarios a los trabajadores; las reducciones de plantillas; los altos precios del monopolio estatal del mercado interno; los incrementados aranceles de aduana y los altos precios de los trámites migratorios, por citar lo más enajenantes.
No es que el bloqueo imperialista sea el culpable de estas políticas económicas expoliadoras, anti-populares del gobierno-partido cubano. Se trata de que éste, al persistir en su fracasado modelo estatalista asalariado centralizado, el capitalismo monopolista de estado, que encubre el “socialismo de estado”, sigue entrampado en las contradicciones propias del entuerto, que genera una burocracia depredadora de los ingresos de la nación, a su vez incapaz de organizar una eficiente economía y de generar confianza en el sistema financiero internacional, por el no pago de su abultada deuda externa y la retención de fondos a las empresas extranjeras.
La alternativa revolucionaria y socialista al capitalismo de estado gubernamental y a las “soluciones” economicistas neoliberales que tienden al capitalismo privado y a esquilmar a los trabajadores y a la población, ha sido reiteradamente planteada por la izquierda socialista y democrática: abandonar paulatinamente el monopolio estatal de la economía y priorizar las formas de producción autogestionarias y cooperativas con amplias facilidades crediticias, de mercado y mínimo de impuestos, así como abrir sin restricción el trabajo por cuenta propia a todas las profesiones y sectores económicos.
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Esto, desde luego, parece imposible sin que la burocracia se minimice, y sin que se desarrolle también una política de democratización y reconciliación nacional que elimine todos los sectarismos y discriminaciones por razones políticas, religiosas, raza, de sexo, región, y otras y permita la participación de todos los cubanos en las soluciones de nuestros problemas, incluidos los de la diáspora, en igualdad de condiciones.
Pero el partido-gobierno pretende ignorar los llamados de la izquierda surgida del propio proceso revolucionario y hasta llega a violar sus mismísimos lineamientos del VI Congreso, al no promover una ley cooperativa amplia y reducirlos a unos experimentos para luego, en unos años, emitirla, cuando ya sea demasiado tarde para evitar el desastre.
Mientras el gobierno-partido persista en su estado-centrismo, en su sectarismo, en su modelo político mono-partidista, en su sistema electoral híper-controlado, en su pretensión de ignorar la existencia de otros pensamientos y enfoques económicos y políticos en la sociedad, las “soluciones” a su alcance no pasarán de exprimir cada día más a los cubanos.
O los de arriba están obcecados y no quieren compartir el poder con el pueblo y los trabajadores. O hay un grupo contrarrevolucionario en la cima que está haciendo todo lo posible por impedir los movimientos necesarios hacia la socialización de la economía y la democratización de la política, para acabar con el intento socialista cubano, haciendo el juego al imperialismo. O existe una coincidencia tácita de esos factores. Ya se ha dicho: el inmovilismo ha estado recobrando terreno.
EEUU sabe que el sistema burocrático de corte neo-estalinista, al mantener el fracasado e ineficiente modelo estatalista-asalariado-centralizado y carecer de amplio financiamiento externo, solo puede mantenerse gracias a un cada vez mayor nivel de explotación y opresión de los trabajadores y el pueblo, contradicción que, esperan, llegará a su clímax más tarde o más temprano. Para entonces, creen, que la “fruta madura” caerá en sus manos.
Fue lo que pasó en la URSS y el “campo socialista”. El partido-gobierno cubano, parece no haber asimilado la experiencia, o tal vez la “dirección histórica” esté muy confiada en que no habrá “diluvio” hasta después de su desaparición. Pero el imperialismo sí aprendió muy bien la lección.
Si el gobierno de Obama no encontrara justificaciones “sólidas” a sus políticas de bloqueo -internacionalmente desacreditadas-, tendría que inventarlas, pues de lo contrario le sería muy difícil no aceptar el libre intercambio con el gobierno por ellos denominado “comunista y tiránico de los Castro que llegó a poner en peligro la seguridad nuclear de EEUU” y hasta facilitarle posibilidades y recursos para su “supervivencia”, con todas sus consecuencias para su política electorera interna.
Como “los Castros” no están dispuestos a ceder el batón, para avanzar en el levantamiento del bloqueo o en cualquier acercamiento serio a Cuba, al imperialismo no queda otra que presionar por esa vía, a la espera de un aumento desbordante de la oposición interna, mientras no llegue su desaparición física.
Socialismo por la vida.
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Los Protectores de la Fe
Con la Santa Inquisición Católica compara el intelectual Daniel Díaz el rebrote en Cuba de "esa triste costumbre de acusar a la ligera, amparándose en la impunidad que otorga pertenecer a alguna estructura de poder difícilmente cuestionable".
En su carta pública agrega que semejante práctica "no es un mal propio de una época ni de un sistema político, es un uso aberrado de la autoridad que puede afectar a cualquier grupo humano, en cualquier lugar o época, y no es tan raro como suele creerse".
Hoy en la isla estos "Protectores de la Fe" vuelven a la carga con una ofensiva contra todo proyecto independiente que se escape a su control. Esta vez tiran las piedras sin mostrar la mano, lo cual podría significar que ya no tienen tanto respaldo oficial.
Mientras el país está inmerso en encontrar fórmulas para convertir utopías en realidades y "metas sobrecumplidas" en comida sobre la mesa, ellos debilitan la nación dividiéndola entre herejes y fieles, convirtiendo en enemigos a los irreverentes.
Acusan a Daniel y a otros intelectuales de trabajar para el imperio, señalan a la página Havana Times como vocero de la disidencia, suicidan a La Joven Cuba y prohíben el proyecto cultural la "Opera de la Calle" por el pecado mortal de vivir de sus salarios.
La revista católica Espacio Laical considera que lo hacen para "mantener el viejo status quo de las instituciones civiles", y pide terminar con las diatribas sin fundamento, la descalificación y el "descrédito contra los proyectos emergentes y sus líderes".
En esta ocasión otras voces se suman a los contestones de siempre, el Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Miguel Barnet, rechazó públicamente "este agravio injustificable, ante el cual toda disculpa resulta insuficiente".
Explicó que "Desiderio Navarro y Víctor Fowler, ambos miembros del Consejo Nacional de la UNEAC, así como Lina de Feria, Reina María Rodríguez y Daniel Díaz Mantilla, (...) son escritores que día a día trabajan en defensa de la cultura cubana y merecen todo nuestro respeto y nuestra confianza".
Algunos de los jóvenes que escriben en Havana Times contrataron un abogado para presentar una querella judicial por infamia contra quienes los acusaron. Toda una osadía eso de querer llevar a los tribunales al Tribunal de la Santa Inquisición.
Tampoco quedó sin respuesta la bajada de telón a la Opera de la Calle. Aun a sabiendas del poder que tienen quienes dieron la orden de cierre, el Consejo Nacional de las Artes Escénicas (CNAE) publicó una carta apoyando abiertamente a esa compañía.
La dirección del organismo dijo que la "Opera de la Calle" cumple un importante papel cultural en la comunidad por lo que seguirá trabajando en su local para lo cual recibirá una subvención estatal. Hicieron todo lo que estaba en sus manos.
Casi al mismo tiempo, el blog La Joven Cuba -de la Universidad de Matanzas- anunció que desaparecía sin dar ninguna explicación. Las especulaciones hablan de censura dado que son jóvenes que defienden el socialismo desde posiciones críticas.
En Camagüey otra joven periodista del diario local escribió un excelente artículo comparando los gastos que realiza el Partido Comunista provincial mudando su sede con la escasez crónica de materiales que sufren las obras sociales de los alrededores.
La nota, publicada en su blog personal, Nube de Alivio, duró apenas un par de días. Los "Defensores de la Fe" la presionaron para que la retirara aduciendo que no encaja dentro de la "doctrina" y podría ser usada por los seguidores de satán.
Martin Luther King decía que lo más preocupante "es el silencio de los buenos". Coincide Desiderio Navarro cuando asegura que la "falta de la debida respuesta pública a estos personajes los anima a acciones más agresivamente violatorias de la Ley socialista".
Desiderio exige terminar con la difamación "como instrumento de la política cultural neoestalinista que determinadas nostálgicas personas y cofradías aisladas siguen tratando de imponer en Cuba, utilizando medios y cargos de instituciones estatales y sociales".
La esperanza revive con las respuestas de Desiderio o Daniel, en la crónica camagüeyana y en el editorial de Espacio Laical, con los chicos irreverentes de Havana Times, el Consejo de las Artes Escénicas defendiendo la verdad y la UNEAC enfrentando la calumnia.
Hace poco una colega me acusaba de ser optimista pero no puedo evitarlo porque creo que esta vez no alcanzarán las hogueras para quemar a tanto "hereje" que anda por ahí queriendo hacer de Cuba una nación con todos y para el bien de todos.
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Jueves 9 de agosto de 2012
Desde la semana pasada están saliendo en nuestro inefable periódico Granma, al menos en la versión impresa, unas tablitas reveladoras de lo que piensa el gobierno cubano de su pueblo. Bajo el encabezamiento de “Tu servicio de salud es gratuito, pero, ¿cuánto cuesta?” se expone cada día una relación de servicios médicos, acompañados por un costo que, se infiere, asume el Estado cubano para que el paciente nacional tenga asegurado el servicio.
Pocas bromas se pueden ejecutar tan ultrajantes como la de estas tablitas. El supuesto bajo las mismas es que los ciudadanos de este país somos privilegiados por disponer de dichas prestaciones sin tener que abonar su precio, y por tanto deberíamos prodigar infinitamente alabanzas y agradecimientos por nuestra suerte. Lo que no dice este periódico, es todo un otro montón de cosas que transforman mucho el supuesto anterior.
A mí me saltó a la vista, en primer lugar, un detalle que casi podríamos llamar colateral. El precio asignado a las consultas para los pacientes oscila entre 40 y 90 pesos cubanos (CUP). Pues bien, uno se pregunta en qué se basaron quienes calcularon tal cifra. Porque el médico que realiza la tal consulta no gana más de 25 CUP en un día de trabajo en el que atiende, fácilmente, a más de treinta pacientes. Supongamos, razonablemente, que sea apoyado por un enfermero o enfermera, que gana menos; tal vez se usen una torundita y una palita de madera como depresor de lengua en cada turno –que costarán centavos–; se usa un local de una instalación que, por mucho que haya costado su construcción –a veces, anterior al año 1959– y mantenimiento, se diluye mucho su descapitalización entre cada uno de los millones de pacientes que atiende a lo largo de su vida útil. Sume una lámpara eléctrica y un aparato de aire acondicionado que estén encendidos unos veinte minutos; más un estetoscopio y una pesa que igualmente brindan servicio a burujones de personas. Todos estos gastos no ascienden ni la a mitad del costo que se pretende representar.
No es que esté absolutamente seguro de que el total sea falso, pero para cubrir el faltante solo se me ocurre adicionar los costos de la burocracia con sus mecanismos de control, de organización del control, de la centralización de lo controlado y de la organización de lo controlado para centralizar lo organizado controladamente.
También se pasa por alto olímpicamente que hay otros países donde se ofrecen igualmente servicios médicos de buen nivel y en los que no hay que abonar nada al momento de recibir la atención, gracias a un sistema de impuestos que recaudan esos Estados. Allí, rigurosamente, la atención médica no es gratis porque la pagan todos los ciudadanos con sus contribuciones al fisco.
Si el sistema nacional de propaganda que manipula nuestra prensa nacional quiere usar estas tablitas para convencernos de la necesidad de pagar impuestos, que lo haga con sinceridad.
Nota de humor escatológico: en la relación incluyen algo llamado "análisis parasicológico (en heces fecales)". ¿Se comunicarán telepáticamente con una caca? ¿Moverán un tibor por telekinesis?
Ahora vamos a lo fundamental. Yo y un montón de conocidos estamos hartos de que se nos agiten en la cara este tipo de facturas, como si fuera el regalo de una bondadosa divinidad que no nos pide nada a cambio. Esta idea es absolutamente falsa, pues dicha divinidad bien que nos exige trabajar para ella por la totalidad de nuestras vidas, a cambio de unos salarios que resultan inverosímilmente precarios, aún ante los estándares de países de desarrollo económico no muy alto. Para poner un ejemplo: el salario mínimo en Ecuador anda por los 160 USD mensuales –para hablar en una moneda que todos entendemos. En Cuba, el salario mínimo no supera los 12 USD.
Ese profesional altamente calificado que atiende en la consulta cuya “gratuidad” nos echan en cara, puede que reciba a fin de mes la “extravagante” cifra de 30 USD. Un maestro de escuela, un ingeniero, un técnico, un obrero, reciben salarios del orden de los 20 USD. Son estas personas, por cierto, que sobreviven de una manera difícilmente concebible en otros países, quienes con su trabajo mantienen al sistema funcionando, las escuelas dando clases, los hospitales atendiendo pacientes, el agua y la electricidad llegando a las casas, etc.
Si generalizáramos la cifra intermedia de 20 USD y asumiéramos que las personas trabajadoras en Cuba tienen el derecho a un salario mínimo de Ecuador, podríamos calcular que el Estado de aquí paga un salario mínimo como el que pagan allá, pero descuenta de oficio el 87.5 % del mismo como impuestos. Impuestos abonados ya, ahora mismo, sin contar con los nuevos gravámenes que contiene una nueva y tenebrosa Ley Tributaria que aprobaron –por unanimidad– los parlamentarios de la Asamblea Nacional en el pasado mes de julio, sin que los electores conozcamos todavía muchos detalles. Por lo que uno ha recibido en las clases de historia, ni el más rapaz de los señores feudales les arrebataba tal porción a sus siervos. Con esa clase de mordida, bien que le tendría que alcanzar a quien la capitaliza para ofrecer a la población cubana, no ya servicios médicos sin costo adicional, sino hasta cruceros gratis a la Isla de Pascua. Sería cosa notable de ver la reacción que se desataría entre la población cubana si, después de despojarla de esa manera del derecho a sufragarse una vida decorosa con su trabajo, todavía le quisieran cobrar los servicios de Educación y Salud de cuya “gratuidad” tanto se jacta el gobierno.
Y para colmo, han escogido un pésimo momento para hacer ostentación de su “generosidad”. Ya que quieren sacar las cuentas de lo que cuestan las cosas, desafío a los decidores y calculadores de costes y cuentas a que hagan una tablita similar, pero con lo que ha costado cada una de las medallas que tanto los enorgullecen y que se obtienen en los eventos deportivos como la presente olimpiada de Londres. A ver si esas preseas del luchador, la yudoca y el tirador no salieron más caras que si se hubieran comprado de oro puro en Tiffany´s, después que uno calcule la retahíla de millones que absorbe la pirámide del alto rendimiento que sostiene esos pináculos. Pero en un país con tantas necesidades irresueltas como el nuestro, ni siquiera esos propagandistas farisaicos tendrían la gandinga necesaria para reconocer el precio del entretenimiento chovinista que le ofrecen al pueblo y, en su lugar, prefieren adular sus propias conciencias con las cuentas de unas “gratuidades” que nadie, sino los trabajadores cubanos mismos, somos los que abonamos a fin de cuentas
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La necesidad de información es de todos…
Félix Sautié Mederos
Recientemente, un muy destacado intelectual cubano a quien le tengo gran estima y consideración, el doctor Esteban Morales, ha publicado en su blog personal un artículo con el título “El Reto de la intelectualidad” en el que con valentía plantea que los intelectuales cubanos deberían tener pleno acceso a la información y al ejercicio de la crítica. En este orden de pensamiento dice textualmente que la intelectualidad cubana “debe sentir que cuenta con la confianza, la más alta valoración de su espíritu creador y de su libertad de creación”
En resumen, debo decir que lo considero un planteamiento objetivo, importante y muy necesario con el que concuerdo en su conjunto; lo que me ha motivado a añadir por mi cuenta algunas opiniones y criterios personales al respecto, con el ánimo de desarrollar aún más el análisis planteado y participar en el debate que ya se está manifestando, dado el hecho que en los momentos en que escribo este artículo he podido leer algunas reacciones sobre el particular.
Ante todo, quiero decir que entiendo que es totalmente válido que él especifique sus criterios sobre la importancia que tiene para nuestro país el ámbito intelectual cubano, del cual es uno de sus más promitentes representantes; y no estoy de acuerdo con las expresiones de algunas personas que he podido leer en la WEB, que lo descalifican incluso con términos insultantes porque los conceptos planteados por el profesor Morales no coinciden con las opiniones de ellos. Esa no es forma de debatir, reduciendo el tema al plano personal, al insulto y a las veladas amenazas. Lo importante en mi opinión sería analizar los conceptos que se desprenden de esta declaración con todo el rigor y con el espíritu crítico que sea necesario, sin pasar a la fase de las descalificaciones, de los insultos y de las advertencias, porque así no será posible establecer y generalizar el diálogo que con urgencia casi agónica necesita Cuba.
El hecho que en los sectores oficiales y de la dirección del país no se entienda, se rechace y se repudie además la necesidad de un diálogo de todos con todos, en el que no participen únicamente los que no deseen hacerlo o no tengan nada que decir, no autoriza moralmente a los que no estemos de acuerdo con estas actitudes oficialistas de prohibiciones y censuras que tanto daño nos hacen, a coartar el derecho de opinar responsablemente de cualquier cubano, ya sea militante o no; intelectual o trabajador manual; oficialista, disidente o neutral.
En esas condiciones se les daría la razón a quienes desde su posición de poder impiden el desarrollo del diálogo y de la búsqueda de un consenso entre todos los cubanos sin omisiones onerosas, ya sea que vivan adentro o afuera del país.
En este sentido, debo expresar que hay personas que producen un gran cansancio con sus reiteradas opiniones descalificadoras y diatribas contra los que no coincidan con sus criterios por muy justos que puedan considerarse. Estas actitudes constituyen en realidad una práctica estalinista que deberíamos rechazar en conjunto, porque es contraproducente con el propósito de hacer posible una República con todos y para el bien de todos como la soñó José Martí.
No solo Esteban Morales se ha referido a la muy lamentable situación de la política informativa, incluyendo además las prohibiciones que con empecinamiento sostenido se mantienen en relación con la urgente necesidad de liberar el acceso a Internet de todos los cubanos sin excepción.
Existe un verdadero clamor de rechazo de algo que pone a Cuba en unas condiciones de un gran retraso aún por debajo de países menos desarrollados, que en cambio no tienen prohibiciones tan absurdas que impidan a sus ciudadanos acceder a una tecnología símbolo del progreso científico técnico en pleno siglo XXI.
El libre acceso a Internet en la actualidad deviene condición inexcusable para mantenerse al día en los desarrollos de la ciencia y la técnica que abren los camino de la humanidad hacia el futuro que tenemos por delante. Baste con señalar que en lo referido a la libre conexión a Internet, Cuba se encuentra muy por debajo de Haití que es la nación más pobre de América, así como sin las facilidades de equipos personales para estudiantes y de libre acceso generalizado de conexión con precios razonables, incluyendo determinadas gratuidades que se practican en otros países de Latinoamérica y el mundo.
La Historia no podrá absolver esta terquedad oficialista en Cuba porque sus consecuencias inevitablemente no sólo nos afectan en el presente, sino que se extenderán hacia el futuro como si fueran un karma que costará muchos esfuerzos y tiempo para deshacerse del retraso que ya significa. Ninguno de los criterios inmovilistas y retrógrados que se aducen para justificar estas prohibiciones poseen un fundamento válido y en la medida que se demore más su solución, las consecuencias aumentarán el daño a la sociedad cubana.
En consecuencia, respetando todos los criterios que puedan suscitarse al respecto de este complejo planteamiento del amigo Esteban Morales, quiero añadir a sus criterios que si bien la necesidad de información es fundamental para la intelectualidad, no se puede disminuir la importancia que tiene para toda la población sin excepciones de ninguna índole. La necesidad de información es de todos sin excepción, ya sean intelectuales reconocidos, estudiantes o pueblo general.
Ese cambio de mentalidad que se plantea como tan necesario, no podrá desarrollarse efectivamente con la vigencia de esas prohibiciones absurdas y con un acceso tan limitado y estratificado de la información. Mientras más se demoren las soluciones a este agudo problema que es decisivo para nuestro desarrollo social, económico, científico y humano, más nos retrasaremos en relación con los demás países del mundo. Es una responsabilidad que asumen con el presente y el futuro los que tienen poder para resolverlo.
Así es como lo veo y así lo afirmo con mis respetos para las opiniones diferentes.
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