Investigadora pone al descubierto verdaderas intenciones de Usaid
La estrategia de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) es financiar conflictos para desgastar a los gobiernos no alineados a ese país, aseveró hoy Eva Golinger, periodista e investigadora venezolana-estadounidense.
Golinger, quien ofrecerá este martes la conferencia magistral “Lo que no se conoce sobre las Organizaciones No Gubernamentales”, acerca del rol de estas en países de Latinoamérica, dijo en una entrevista publicada aquí que existen evidencias públicas de quiénes reciben los fondos de la Usaid.
La joven escritora precisó que esa agencia gubernamental es capaz de recurrir a la desestabilización contra los gobiernos como Venezuela, Bolivia y Ecuador, que tienen por característica la defensa de su soberanía y los intereses de sus pueblos.
Expuso a la agencia Andes que la Usaid empezó a operar en 1961 y tiene una doble cara, ya que mientras por un lado se presenta con fachada de dedicación a la asistencia humanitaria, por otro contribuye a proyectos políticos para promover la agenda de Washington.
Incluso, dijo, ha sido utilizada por entidades como la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), como cobertura para sus acciones.
Recordó que en 2002, antes del intento de golpe de estado contra el presidente venezolano, Hugo Chávez, Estados Unidos envió a ese país a un representante de la Usaid, integrante de una división especial perteneciente a las oficinas de iniciativas a la transición.
La autora del libro El Código Chávez dijo a la agencia noticiosa ecuatoriana que el trabajo de esa organización es promover una transición política que decide en el terreno el tipo de respaldo, sobre todo financiero, generalmente destinado a la llamada sociedad civil.
Respecto a Ecuador, manifestó, la injerencia de la Usaid fue mucho más fácil que en Venezuela “porque ya tenían la puerta abierta, con una oficina aquí desde 1961.
En este país, subrayó, la penetración de la USAID es mucho más profunda, en Venezuela era muy superficial y solo llegaron a un sector; incluso, no se tuvo que denunciarla porque ya todo el mundo sabía quienes eran, se denunciaba todo el tiempo, recordó.
La investigadora indicó que no todos quienes reciben el financiamiento son malos ni lo hacen con una intención siniestra, pero detrás hay una agencia de un gobierno que utiliza a la red que ya han creado para promoverlo.
Describió que la Corporación Empresarial Indígena del Ecuador (CEIE) tuvo entre sus miembros a Norman Bailey, un agente de la CIA sospechoso de participar en el intento de derrocar al presidente Rafael Correa en septiembre de 2010.
En estos momentos, las autoridades ecuatorianas evalúan la continuidad de la presencia de la Usaid en este país, tras los cuestionamientos por sus verdaderos objetivos.
En una reciente entrevista, el embajador estadounidense en Quito, Adam Namm, declaró que esa agencia invirtió aquí unos mil millones de dólares en los últimos 50 años
Golinger, quien ofrecerá este martes la conferencia magistral “Lo que no se conoce sobre las Organizaciones No Gubernamentales”, acerca del rol de estas en países de Latinoamérica, dijo en una entrevista publicada aquí que existen evidencias públicas de quiénes reciben los fondos de la Usaid.
La joven escritora precisó que esa agencia gubernamental es capaz de recurrir a la desestabilización contra los gobiernos como Venezuela, Bolivia y Ecuador, que tienen por característica la defensa de su soberanía y los intereses de sus pueblos.
Expuso a la agencia Andes que la Usaid empezó a operar en 1961 y tiene una doble cara, ya que mientras por un lado se presenta con fachada de dedicación a la asistencia humanitaria, por otro contribuye a proyectos políticos para promover la agenda de Washington.
Incluso, dijo, ha sido utilizada por entidades como la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), como cobertura para sus acciones.
Recordó que en 2002, antes del intento de golpe de estado contra el presidente venezolano, Hugo Chávez, Estados Unidos envió a ese país a un representante de la Usaid, integrante de una división especial perteneciente a las oficinas de iniciativas a la transición.
La autora del libro El Código Chávez dijo a la agencia noticiosa ecuatoriana que el trabajo de esa organización es promover una transición política que decide en el terreno el tipo de respaldo, sobre todo financiero, generalmente destinado a la llamada sociedad civil.
Respecto a Ecuador, manifestó, la injerencia de la Usaid fue mucho más fácil que en Venezuela “porque ya tenían la puerta abierta, con una oficina aquí desde 1961.
En este país, subrayó, la penetración de la USAID es mucho más profunda, en Venezuela era muy superficial y solo llegaron a un sector; incluso, no se tuvo que denunciarla porque ya todo el mundo sabía quienes eran, se denunciaba todo el tiempo, recordó.
La investigadora indicó que no todos quienes reciben el financiamiento son malos ni lo hacen con una intención siniestra, pero detrás hay una agencia de un gobierno que utiliza a la red que ya han creado para promoverlo.
Describió que la Corporación Empresarial Indígena del Ecuador (CEIE) tuvo entre sus miembros a Norman Bailey, un agente de la CIA sospechoso de participar en el intento de derrocar al presidente Rafael Correa en septiembre de 2010.
En estos momentos, las autoridades ecuatorianas evalúan la continuidad de la presencia de la Usaid en este país, tras los cuestionamientos por sus verdaderos objetivos.
En una reciente entrevista, el embajador estadounidense en Quito, Adam Namm, declaró que esa agencia invirtió aquí unos mil millones de dólares en los últimos 50 años
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